Bogdan Bogdanovic (Belgrado, Serbia, 18-08-1992) no miente. Su apellido, su educación, sus orígenes le delatan, genes balcánicos que se manifiestan por los cuatro costados, uno de tantos proyectos surgidos de la rica y afamada escuela serbia, forjado en el Partizan, moldeado el ahora jugador de los Atlanta Hawks en la disciplina y sabiduría de Zeljko Obradovic en el Fenerbahçe. “¿Si este es un buen año para aspirar al anillo? Siempre hay la oportunidad de ganarlo. Todo el mundo lo quiere ganar, la cuestión es averiguar el cómo”, asegura, tajante, el escolta a MD. Su primera respuesta advierte ya de ese inconfundible rasgo de la identidad serbia: obsesión por ganar.
‘Bogey’ consiguió lo más en Europa con la Euroliga de 2017 del Fenerbahçe y quiere hacer lo mismo en América. Lo pudo lograr en 2021, tras su primera etapa de tres años en los Sacramento Kings (2017-2020). Pero fue él el que acabando por las triquiñuelas de los Milwaukee Bucks, que le firmaron como agente libre restringido a finales de 2020 antes de que se abriera la agencia libre.
La franquicia de Wisconsin fue ‘cazada’ con las manos en la masa y tuvo que deshacer la operación pese a que se dijo que Giannis Antetokounmpo se moría por tenerle a su lado y le insistió por ello. Bogdanovic, que firmó finalmente con Atlanta, fue quien acabó como mayor damnificado: ese curso el anillo iría a parar a los Bucks. “No pienso en ello. No pienso mucho en ello, sinceramente”, asegura, también contundente, el escolta, reacio a pensar en lo que pudo ser pues el pasado no se puede deshacer.
“Me siento muy bien en este punto de mi carrera, cada año es un desafío diferente, oportunidades diferentes, motivaciones diferentes. Me siento bien y estoy feliz de estar mejorando cada día”, manifiesta Bogdanovic, indispensable hoy en estos Hawks de la vistosa pareja de bases que forman Dejounte Murray y Trae Young, a quien le une una profunda amistad. El escolta de 30 años es una de las pocas garantías del banquillo de Atlanta, señalada la inconsistencia de la segunda unidad como uno de los problemas del equipo de Nate McMillan de acuerdo a sus altas ambiciones.
‘Bogey’ registra esta temporada 15 puntos, 3,4 rebotes y 3 asistencias en 30 minutos con un notable 36,5% en triples con un alto volumen de lanzamientos -7,6 por encuentro-, presumiendo de esa polivalencia que siempre le van a asegurar un sitio en la NBA, que encandiló al mismísimo Gregg Popovich ya en su año de ‘rookie’, en el que no se dejó condicionar por el hecho de haber llegado un tanto tarde a la mejor liga del mundo, ya 25 años.
“¿Más difícil anotar en la NBA que en la Euroliga? Las reglas son diferentes”
“Entiende de manera innata el juego, simplemente está construido para eso, sea para tirar o para espaciar la pista. Entiende con quién juega, lo que es un buen tiro, lo que no, cómo jugar con sus compañeros, tiene un IQ baloncestístico muy alto. Además, tiene buenas habilidades, maneja la pelota, pasa, tira. No tiene miedo, no se deja intimidar por la NBA”, dijo ‘Pops’, en declaraciones recogidas por el portal NBC Sports, en la temporada 17-18. Con todo lo que ha vivido el entrenador más veterano y más victorioso de la NBA. Y sin haber jugado el serbio en los Spurs.
Como Popovich es al baloncesto americano lo que Obradovic al basket europeo, por impolutos discursos como ese es por lo que tanto pecho saca Zeljko de ‘su’ Partizan y de la cuna serbia, con el MVP reinante, Nikola Jokic, como actual máximo exponente. Bogdanovic no se olvida del impacto de su maestro. Se percibe ya antes de responder que le encanta que le pregunten por él. Sus palabras suenan a un caluroso abrazo a distancia.
“La influencia de Zeljko en mí fue enorme, aprendí mucho de él, es uno de los mejores entrenadores del mundo y también un fantástico mentor, me enseñó a ser profesional y a cómo hacer mejores a mis compañeros. Me siento bendecido y feliz de haber compartido con él parte de la carrera que ha tenido como entrenador, ganar la Euroliga con él fue uno de los momentos más brillantes de mi carrera, seguro”, destaca Bogdanovic, perfeccionado en la recta disciplina y la exuberante pizarra del legendario y laureado técnico balcánico antes de partir a la NBA.
Llegó y se quedó para sumar ya 6 años en la mejor liga del mundo. Pero como no olvida sus orígenes en ninguno de los sentidos, no le quita ojo a ‘su’ Fenerbahçe ni a la Euroliga, que le incluyó en el equipo ideal de la máxima competición continental de la última década, presentes también en él Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández y Luka Doncic.
“Obradovic me enseño a ser profesional”
“Sí, sigo la Euroliga, veo muchos partidos siempre que puedo, especialmente del Partizan y el Fenerbahçe, que son mis dos equipos. Espero que vuelva Bjelica, serán mejores con él”, destaca Bogdan Bogdanovic, que no se despega de la televisión para ver la máxima competición continental como tampoco lo ha hecho un Luka Doncic que aseguró que veía más Euroliga que NBA, aunque no se moja en ese sentido ‘Bogey’, aunque sí en lo de apostar por un favorito.
A pesar de lo extremadamente igualado de esta Euroliga y de la desaceleración de un equipo turco que empezó lanzado, le convence la propuesta de Dimitrios Itoudis y el lujo de plantilla que tiene. Nemanja Bjelica todavía no ha podido debutar por su lesión pero hay otras muchas razones para repetir el éxito de 2017, Scottie Wilbekin y Johnathan Motley entre ellas, como también los ex azulgranas Nick Calathes y Nigel Hayes-Davis, con mucha más confianza el estadounidense que el año pasado en el Barça.
Y en Europa sigue otro fenómeno serbio, también doble MVP reinante como Jokic de la Euroliga, Vasilije Micic, aplazado todavía a sus 29 años su salto a la NBA, en la que Oklahoma tiene sus derechos. “Él podría venir, hay espacio para él. Necesita también tener una motivación financiera, una motivación de rol para venir. Es el número uno allí pero es difícil dar este paso en tu carrera. Pero claro que tiene calidad para jugar en la NBA”, destaca sobre su compatriota y amigo Bogdanovic.
Siguiendo la teoría de Doncic, ‘Anteto’ y Jokic -según la cual es más difícil anotar en Europa que en la NBA-, en la liga estadounidense podría incluso incrementar aún más sus registros el exterior del Anadolu Efes. Para alimentar más el debate sobre los cada vez más productivos ataques de la mejor liga del mundo: “¿Más difícil anotar en la Euroliga que en la NBA? Los anotadores siempre encuentran la manera de anotar. Pero las reglas son diferentes y, obviamente, aquí se juegan más minutos”, señala un al respecto Bogey, que también se pronuncia sobre la diferencia de nivel entre los dos continentes.
“Cuando han jugado entre ellos, ha habido veces que han ganado los equipos NBA y otros los de Euroliga. Pero es un partido, lo cual no dice nada”, opina un Bogdan Bogdanovic que se mantiene neutral al respecto. Sea como fuere, él es un más que digno representante, el paradigma de la inteligencia del jugador europeo que tanto se valora en la NBA, de la fiera competitividad de la escuela serbia y los discípulos de Zeljko Obradovic. Vivir para ganar y sólo ganar sin mirar atrás aun habiendo visto pasar un tren como el de los Bucks. Valioso compromiso para cualquier franquicia para el anillo.