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Bolmaro: "Tengo que ver si lo mejor es irme a la NBA o seguir formándome acá"

Diez semanas después de cumplir 20 años, el joven escolta del Barça Leandro Nicolás
Bolmaro (Las Varillas, Córdoba, Argentina) se convertía en el jugador elegido en la posición más alta del ‘draft’ de la NBA (23ª) en la historia de Argentina, pero su aventura en la mejor liga del mundo quizá pueda esperar.

“Hasta que termine esta temporada, no voy a cerrar nada. Todavía quedan 3 o 4 meses acá, la parte más importante, que es la parte final. Y después veré, con mi agente y mi familia, lo que más me conviene: si lo mejor para mí es irme o seguir formándome en el Barça”, declara Bolmaro en una entrevista concedida a EFE.

Y es que, desde que diera el salto al primer equipo la pasada campaña, su estatus como azulgrana no ha hecho más que mejorar. Y en el club catalán vive ahora una situación privilegiada compartiendo vestuario con un grupo de jugadores “buenísimos” de los que aprende “cosas a diario” y con los que puede ganar todo esta temporada.

Las lesiones de Thomas
Heurtel y Kevin
Pangos el curso pasado precipitaron su ascenso al baloncesto profesional. Entonces Svetislav
Pesic lo rescató del Barça B para que echara una mano en la posición de base.

“Al principio me costó un poco jugar ahí, pero al final me adapté bien. Este año es totalmente diferente: di un paso adelante en madurez y en aprender a manejar el equipo, en llevar los tiempos de juego”, apunta.

La llegada de Sarunas
Jasikevicius al banquillo del Palau
Blaugrana ha sido fundamental. “Siempre está dándome consejos y, desde el primer día que llegó, me ha ido diciendo cosas para ir mejorando en la posición de base. Es un entrenador que cada día saca lo mejor de nosotros y siempre busca la perfección, y eso me gusta”, destaca sobre el técnico lituano.

Además, el hecho de compartir vestuario con un base de la experiencia de Nick
Calathes también le ha ayudado: “Es impresionante cómo juega, no se pierde nada. Siempre me dice que debo tener el control de juego, ver los defensores que tiene el contrario y buscar las ventajas ahí”.

Pese a todo, Bolmaro sigue defendiendo que él es un escolta nato. “Me siento cómodo en ambas posiciones, pero me gusta más jugar de ‘2’”, confiesa. Como su ídolo, Manu Ginóbili, el culpable de que se pasara del atletismo al baloncesto viendo a los San Antonio Spurs por televisión.

Manu es otra cosa. Un genio, un crack al que admiro mucho. Me falta muchísimo para ser como él y, que me comparen ahora, no tiene sentido. Pero quiero seguir sus pasos poco a poco”, añade el jugador azulgrana, acostumbrado a que su nombre se asocie al de Ginóbili desde que empezara a despuntar en su país en edad juvenil.

El Barça, que lo fichó el verano de 2018 para reforzar el filial, le hizo un contrato profesional hasta 2023 poco antes de que los New
York
Knicks lo eligieran para luego ceder sus derechos en la NBA a los Timberwolves de Minnesota.

Allí, Pablo
Prigioni, cordobés como Bolmaro, cumple su primer año como entrenador asistente. “A veces, hablo con Pablo sobre como están ellos y cómo está yendo la franquicia, pero no hay nada concreto sobre cuándo podré ir”, explica.

En cualquier caso, el escolta argentino parece no tener ninguna prisa por marcharse a Estados Unidos, pues se siente un privilegiado por poder disfrutar de minutos en el que considera que es “el mejor equipo de Europa”.

“Estoy contento con mi presente. Me siento agradecido por poder aprender cada día de los mejores y por ir mejorando y sintiéndome mejor cada año”, afirma Bolmaro, que ahora dice estar “disfrutando” por compartir vestuario con “dos leyendas” como Nikola Mirotic y Pau Gasol.

A sus 20 años, su gran envergadura (2,01 m.) y su intensidad defensiva ya le hacen un jugador más que interesante, pero el argentino aún sabe que le queda mucho margen de mejora.

“Tengo que madurar en detalles como el tiro, el ‘dribbling’, el pase o la visión de juego. Y con el tiempo estoy seguro que se van a dar las cosas para poder llegar a eso. Es cuestión de ir ganando experiencia”, reflexiona.

Por el camino, espera cobrarse este verano “la revancha” por haberse quedado a las puertas de disputar con Argentina el Mundial de China de 2019. Más maduro, confía en ser seleccionado para los Juegos Olímpicos de Tokio.

“Siempre estar en la selección es un sueño, y más en los Juegos Olímpicos, que serían los primeros para mí. Si tengo esa oportunidad, seguro que la voy a provechar al máximo”, sentencia.

Antes, el Barça aspira a ganar su tercera Euroliga, pero si le dan a elegir, aunque admite que es un decisión “complicada”, Leandro Bolmaro lo tiene claro: “La medalla de oro en los Juegos Olímpicos”


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