Con paciencia y una sonrisa, Leandro Bolmaro (Las Varillas, Argentina, 11-09-2000) alivia los inquietantes interrogantes que le depara el futuro, con su primer contrato NBA expirando en junio y sin que los Jazz tengan intención de renovarle. Hay todavía evidente rastro en él del éxtasis argentino en el Mundial. “Fue increíble, estábamos en Cleveland”, recuerda con alegría el ex azulgrana, afable y amable en su conversación con MD, Gigantes del Basket y otros medios hispanos.
Leandro Bolmaro, en su etapa en el Barça
A pesar de las varias bajas de su equipo ha quedado sin minutos en la victoria de Utah en Toronto (116-120) -sin tiempo de juego tampoco para Juancho Hernangómez-, pero mantiene una encomiable y positiva actitud que hasta tiene encandilado a su entrenador, Will Hardy, así que también tiene ganas de hablar.
Sobre la mesa, entre otros temas, su situación de poco protagonismo en Salt Lake City en su segundo año en la NBA tras llegar traspasado desde Minnesota Timberwolves, a donde llegó en 2021 desde Barcelona. Bolmaro sólo ha participado en 14 de los 56 partidos jugados por los Jazz con medias de 5 minutos, alternando también con el equipo de la G-League. Y, por supuesto, también hay tiempo para hablar del Barça.
Los Jazz tienen esta temporada nuevo entrenador y nuevo proyecto (con las bajas de Donovan Mitchell y Rudy Gobert la franquicia decidió empezar de nuevo). ¿Cómo se está sintiendo?
Es un proceso. Fue un cambio grande (vino de Minnesota) y también es mi segundo año en la liga. Estoy agradecido a los Jazz, adaptándome, entrenando duro para cuando llegue la oportunidad y teniendo mucha paciencia. Es un momento difícil pero siempre pienso dónde estoy y todo lo que hice para llegar aquí y eso me motiva más. Y mucha gente me apoya y eso me motiva aún más.
Su entrenador destaca su espíritu competitivo. ¿Cómo se siente eso de estar en la G-League pero saber que en cualquier momento te pueden llamar para la NBA?
Es tener paciencia, seguir trabajando, tener consistencia y, también, yo quiero jugar y cuando me mandan a la G-League eso me gusta porque juego. Me da confianza, me mantiene paciente y sigo estando preparado para lo que haga falta y ayudar al equipo. Hay que estar preparado para eso.
“En la NBA me guío por el proceso que seguí en el Barça, donde empecé abajo y fui subiendo”
En los últimos días han salido jugadores de los Jazz y ha llegado Westbrook. ¿Cómo ha afectado en el equipo y a usted saber que podía haber cambios en la plantilla?
Al equipo creo que le ha afectado la salida de algunos jugadores (Mike Conley, Malik Beasley y Jarred Vanderbilt). Éramos un grupo lindo, muy unido, hacíamos muchas cosas juntos dentro y fuera de la cancha. Ahora es otro equipo, otra adaptación, tenemos que incluir a los dos que vienen de los Lakers (Juan Toscano-Anderson y Damian Jones) y no sé que va a pasar con el resto. Fueron días muy intensos, cuando terminaba el ‘deadline’ estábamos volando y había un poco de nervios y ansia. Gracias a Dios me quedo en Utah y estoy muy contento, estoy muy a gusto en el equipo, me gusta la ciudad y la franquicia, me tratan muy bien y eso es lo importante.
Hablemos del Barça. ¿Cómo ve al equipo?
Lo sigo. Es un equipo también nuevo en el que se están conociendo uno al otro. Me gusta mucho el equipo que hay, siempre que puedo lo veo. Al mediodía, que es cuando hacen los partidos, estoy libre y veo Euroliga y ACB, me gusta mucho el basket europeo. Ojalá el Barça sea campeón de la Euroliga, Saras se lo merece.
¿Qué aprendió en sus tres años en el club y de Saras Jasikevicius?
En el Barça, como todo, empecé desde abajo para luego ir subiendo hacia arriba. Empecé en el B, luego el primer equipo y luego al tercer año me fue muy bien gracias también a Saras que vino y me dio la oportunidad. Aprendí muchísimo de él, a cómo ser un profesional de verdad, lo importante que son las cosas tanto dentro fuera como dentro la cancha, los detalles y después eso me ayudó mucho también a crecer como persona y como jugador obviamente. Y todo eso a la hora de venir aquí me ayudó muchísimo porque era una nueva experiencia y un nuevo camino. Y también me guío por eso, en el Barça fue un proceso en el que empecé desde abajo y cuando empecé aquí también desde abajo, así que poco a poco, a tener paciencia, seguir trabajando y un poco de suerte.
Termina contrato en junio. Si surgiera el escenario de ir a Europa, ¿volvería al Barça?
Es una decisión que voy a tomar al final de temporada. Voy a ver lo que es mejor para mí, tengo muchas ganas de jugar, así que voy a priorizar eso y a ver qué oportunidades me vienen. De momento me centro en esta temporada y en lo que pueda aprender.
“Todavía tengo 22 años y lo que tengo que hacer es ser feliz”
¿Se esperaba más de la NBA?
Eso tengo que analizarlo a final de temporada. Por ahora estoy preocupado en mejorar cada día como jugador, ya he vivido dos experiencias aquí y ahora tengo que tomar una decisión, saber qué es lo que más me conviene, qué es lo mejor para mí y lo mejor para el futuro, porque todavía tengo 22 años y lo que tengo que hacer ahora es ser feliz y tengo que priorizar eso. Ya sé cuáles son los caras de la moneda, así que voy a tomar una decisión en base a eso.
Es el único argentino que hay ahora en la NBA después de que el último año Gaby Deck y el ‘Facu’ Campazzo hayan sido cortados. ¿Cree que no se les dio las suficientes oportunidades?
Sí, fue un poco injusto, porque son jugadorazos igual que ‘Lapro’ que lo demuestran mucho en Europa y vinieron aquí no tuvieron la oportunidad y no lo pudieron demostrar. Es una liga difícil y por ahora soy el único argentino aquí y podríamos tener algunos jugadores más aquí pero es lo que hay. Que con los jugadorazos que en Argentina esté sólo yo dice mucho de lo difícil que es llegar hasta aquí. Soy el único representante y trato de dar lo máximo para quedar bien para el país.
Impresionado con su competitividad
El entrenador de los Jazz lanza piropos a Leandro Bolmaro
A Bolmaro le faltan oportunidades en los Jazz pero el entrenador de la franquicia de Salt Lake City, Will Hardy, no escatima en elogios hacia el ex azulgrana, impresionado su por su actitud y su ética de trabajo.
”‘Leo’ ha tenido una situación dura todo el año en términos de no obtener necesariamente oportunidades en la pista tanto como le gustaría. Él sigue trabajando cada día para mejorar su juego como base y pasa mucho tiempo en el equipo de la G-League. Se trata de maximizarle como jugador, que mejore tanto como pueda, necesita estar listo para salir cada noche. Vemos que este año, cada temporada, en cada equipo pasan cosas con gente lesionándose y el siguiente tiene que estar preparado. ‘Leo’ esta en esa posición y una cosa de él es que su competitividad nunca cesa, trae mucha energía a la pista”, resalta a pregunta de MD Hardy, el segundo entrenador más joven de la NBA con 35 años tras Joe Mazulla, de los Celtics (34).
El argentino se podría ver afectado en el mercado de ‘buyouts’, antes del 1 de marzo, aunque mantiene absoluta tranquilidad el jugador de 22 años. En este periodo, también Argentina se juega su presencia en el Mundial de este año, obligado a ganar el combinado dirigido por Pablo Prigioni por lo menos uno de los dos partidos que le vienen en casa, el día 23 frente a Canadá y el 26 ante la República Dominicana. España ya está clasificada y juega el 23 contra Islandia y el 26 frnte a Italia.
Aunque no se pronunció al respecto, Leandro Bolmaro apunta a ser baja porque tiene difícil obtener permiso de los Jazz para jugar. “Son dos partidos importantes, esperemos poder pasar”, dijo el ex azulgrana.