El duelo de la jornada 10 que enfrentará este miércoles a asturianos y oscenses tiene un morbo especial. La presencia en el banquillo de los azules de Ziganda, que significará su vuelta a ‘casa’ por primera vez desde su salida en verano. Un hecho que no pasa desapercibido para Jon Pérez Bolo, pero que prefiere que los suyos se centren en sí mismos aunque conozcan bien al míster rival.
“Los jugadores saben mejor que yo incluso a quién nos enfrentamos, pero nos centramos en nosotros y tenemos claro el partido que queremos hacer”, destacó Bolo.
“El Huesca es un buen equipo con un gran cuerpo técnico que también nos conoce muy bien. Sabemos el partido que tenemos que hacer, no solo yo, que ya me he enfrentado otras veces a Cuco, también los jugadores, que han compartido mucho con él y le tienen mucho cariño porque trabajaron muy a gusto a sus órdenes”, comentó el técnico azul sobre su antecesor en el banquillo carbayón.
Bolo también habló de las continuas lesiones que han tenido desde que inició la liga, algo que no le había pasado nunca en su carrera y para lo que está buscando soluciones continuas. Ahora mismo ocupan la enfermería un total de cinco jugadores: Borja Sánchez, Koba, Dani Calvo, Miguelón y la última en llegar, la de Marco Sangallí, que cayó lesionado en La Romareda.
“Marco aún tiene que someterse a pruebas. Es difícil saber de dónde viene tanta lesión, pero estamos intentando tener mejor los campos, cuidar la nutrición… Es un momento difícil y hay que salir de él, ojalá no caigan más jugadores”, fue la petición en voz alta de un entrenador que ha perdido un mínimo de un jugador por mes.
A la espera de que el problema se solvente lo antes posible, la solución pasa por llamar a jugadores del filial para repartir minutos, combatir las bajas existentes y que no se sumen otras. Respecto al plan de partido, recalcó que el camino a seguir en el Tartiere es dar continuidad a la segunda parte en La Romareda, en la que los suyos estaban “altos en la presión, listos para volver a robar y atacar”.
“Eso es justo lo que queremos, pero esas cosas ya se habían visto antes, no solo este fin de semana. Cuando el equipo va viendo que las cosas salen como se plantean, la confianza crece. El gol ayudó para dar moral, apretar y robar rápido, y eso fue lo que se vio. Ahora hay que hacer buenos partidos en casa y sacar resultados”, concluyó el propio Bolo, que busca sumar su segunda victoria como local.