El entrenador de la SD Ponferradina las cuatro últimas temporadas, Jon Pérez Bolo, se ha despedido de la afición, a través de las redes sociales, después de vivir su “mejor etapa como técnico”.
Bolo, que llegó al equipo berciano después de dos temporadas en las que había fracasado en su intento de recuperar la categoría de plata, en la segundo incluso coqueteando con las plazas de descenso, logró el éxito en su primera campaña, para después mantener al equipo en Segunda División y en la última, rozar incluso la disputa de las eliminatorias de ascenso.
El balance del entrenador vasco durante su etapa en Ponferrada, tras haber dirigido con anterioridad al Arenas de Getxo, presenta 71 victorias en los 176 encuentros con la Deportiva, entre Segunda División B y LaLiga SmartBank, con lo que es el que cuenta con el mejor registro de puntos en el banquillo deportivista en las tres primeras categorías.
En su despedida, el entrenador bilbaíno, que aún no ha aclarado su futuro, reconoce que el encuentro de ayer en Lezama ante el SD Amorebieta (1-0) fue uno de los días “más complicados” de su carrera.
Bolo destaca que desde su llegada a la capital berciana conectó “desde el primer momento con el club y sus valores y por supuesto con la afición”, al tiempo que agradece el apoyo “enorme” que dice haber sentido de la afición a la que califica del “alma del club”.
Por ello, afirma haber sido “todo un orgullo defender el escudo y han sido cuatro años maravillosos en lo personal y en lo profesional”.
En su labor ha insistido en que, “más allá de los objetivos deportivos, he procurado ayudar al club y a todos los jugadores, preocuparme por ellos, hacerles estar a gusto y que crecieran junto al equipo”, resume.
Con el agradecimiento a la afición por el apoyo durante esta etapa y al club por apostar por él, concluye su despedida con el grito que define a la SD Ponferradina “Adelante y arriba”.