Funcionarios de gobierno han dicho que las comunidades indígenas no tendrían derecho a vetar proyectos una vez que éstos sean autorizados por el Congreso.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, presentó el miércoles pasado un controvertido proyecto de ley que permitiría la minería comercial en tierras indígenas protegidas, cumpliendo con una promesa de campaña que ha generado revuelo en líderes tribales y ambientalistas.
El proyecto de ley para regular la minería -que incluye proyectos de petróleo y gas, así como represas hidroeléctricas en reservas indígenas- se enviará al Congreso esta semana.
“Este es un gran paso adelante pero enfrentará la presión de los ambientalistas“, dijo Bolsonaro en un discurso.
El mandatario de extrema derecha ha criticado durante mucho tiempo a los pueblos indígenas de Brasil por ocupar demasiadas tierras, el 13% del país, y obstaculizar el desarrollo económico de recursos minerales incalculables, que van desde oro y diamantes hasta niobio y tierras raras.
Pero los líderes de la mayoría de las 300 tribus de Brasil se oponen a las actividades mineras en sus reservas y dicen que la autorización de la minería comercial afectaría duramente a sus comunidades y podría eliminar sus culturas.
Los ambientalistas, que ven a las comunidades indígenas como los mejores guardianes de los bosques tropicales de Brasil, advierten por su parte que la minería acelerará la deforestación.
La propuesta de Bolsonaro incluye disposiciones para consultar a las comunidades indígenas y requeriría la aprobación del Congreso para desarrollar cualquier proyecto minero o de generación de energía hidroeléctrica.
Sin embargo, funcionarios de gobierno han dicho que las comunidades indígenas no tendrían derecho a vetar proyectos una vez que éstos sean autorizados por el Congreso.
(Rts)