El delantero gallego Borja Iglesias afrontará este miércoles un choque muy especial, pues se enfrentará al RC Celta, el equipo en el que se formó y en el que solo jugó 12’ minutos un partido de Liga en 2015, en Sevilla precisamente, aunque en el Sánchez-Pizjuán, en enero de 2015, de la mano de Berizzo, que también lo alineó un año después 40’ en un choque copero ante el Cádiz en Balaídos.
En la temporada 2017/18 Borja Iglesias se marchó cedido al Zaragoza, del que fue traspasado en un año al Espanyol, que a finales de agosto lo vendió al Betis por 28 millones de euros, convirtiéndose en el segundo traspaso más caro pagado por los verdiblancos, tras el de Denilson dos décadas antes. El delantero reconoce el mal momento que están pasando: “Es una situación difícil porque nadie quiere ver a su equipo así. La gente está sufriendo un escenario que a priori no esperábamos. Somos unos privilegiados por llegar a nuestro campo y ver a 60.000 personas animando a su equipo, y eso no pasa en muchos sitios. Tenemos que seguir remando todos juntos”, ha indicado Borja Iglesias, en una entrevista a La Voz de Galicia.
El gallego sólo lleva un gol tras diez jornadas (la pasada campaña llevaba 8 goles en la 13ª) y está deseando estrenarse en el Villamarín. “Obviamente. Es una situación en donde lo necesitamos y tengo ganas de marcar en mi estadio y para el Betis. Quiero marcar el miércoles”, comentó.
La presión de ser la gran inversión del verano, de momento, no le afecta. “Siempre fui un jugador y una persona responsable que tenía muy claro lo que quería y que trabaja para mejorar su versión y a día de hoy lo sigo haciendo sabiendo que cuando haces una buena temporada tienes esa exigencia como listón”, concluyó.
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