Valtteri Bottas no aprovechó la oportunidad como en su día sí lo hizo Nico Rosberg, que sacó tajada de un año un poco disperso de Lewis Hamilton (2016) para pillarle a trasmano y proclamarse campeón del mundo con su mismo coche, antes de dar un portazo histórico y soltarle al Mundial de Fórmula 1 un ‘ahí te quedas’, sin darle a su compañero la opción de revancha. Bottas, que hace un par de semanas cumplió 32 años, promocionó a Mercedes desde Williams en 2017, y en los cinco cursos que lleva conduciendo una de las Flechas de Plata nunca ha estado en condiciones de discutirle la batuta del equipo a su vecino de taller.
Enfundado en el mono del constructor alemán, el piloto de Nastola suma nueve victorias, 63 podios y 17 pole position. En esa misma ventana de tiempo, Hamilton fue capaz de acumular 46 triunfos, 71 podios y 40 pole. Demasiado contraste para los dos lados de un mismo taller que la temporada que viene cambiará a uno de sus protagonistas. Alfa Romeo comunicó este lunes la incorporación de Bottas con vistas a 2022, presumiblemente en la vacante que dejará Kimi Raikkonen, que hace unos días desveló su intención de retirarse cuando este campeonato baje el telón.
“Se abre un nuevo capítulo en mi carrera como piloto. Estoy encantado de unirme a Alfa Romeo”, convino Bottas en la nota lanzada por el fabricante italiano con sede en Suiza. El anuncio de la firma del nórdico anticipa la llegada de George Russell a Mercedes, en una maniobra que estaba cantada desde hace varias semanas y que debe hacerse oficial de forma inminente. El joven corredor de Norfolk, de 23 años, aterrizará al lado del actual campeón procedente de Williams, igual que su antecesor, y con la etiqueta de diamante por terminar de pulir.
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En él, Mercedes no solo busca a alguien que sea capaz de plantearle a Hamilton un desafío mayor, sino que también incorpora a quien está llamado a ser el relevo del piloto de Stevenage, que a sus 36 años y con contrato en vigor hasta 2023, encara el tramo final de su trayectoria en el certamen. Russell, que hace dos semanas, en aquel esperpéntico Gran Premio de Bélgica, celebró su primer podio en el Mundial, ha dejado varias muestras muy evidentes de lo especial que es. Desde aquella carrera en Bahréin (2020), en la que sustituyó a Hamilton tras pillar este la Covid, y que únicamente la mala pata le impidió ganar, a la segunda plaza de la parrilla que conquistó en Spa hace ocho días, en condiciones de lluvia y al volante de un monoplaza que no está para muchas fiestas.
Al margen de doblar en puntos a Nicholas Latifi, su compañero en Williams, en la tabla general, Russell domina al canadiense en las todas las cronometradas de esta temporada (13 a 0) y también las que se pusieron en juego en la pasada (17-0), en un indicativo de la diferencia de potencial entre el uno y el otro.
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