EL DATO: Phillip Island, el circuito que amplifica el talento.
Phillip Island es para los amantes del motociclismo el equivalente a ‘La Meca’ para los musulmanes, es decir, un lugar que debería ser preceptivo visitar al menos una vez en la vida. Y este fin de semana allí se están dando todos los ingredientes para que veamos el domingo la madre de todas las carreras. Y decir eso de un escenario en el que se han visto algunas de las carreras más espectaculares de la historia de los GGPP es muy osado. Por sus características Phillip Island saca a relucir la diferencia entre los buenos pilotos y los fuera de clase… Valentino Rossi ganó allí cinco años seguidos, Casey Stoner los hizo del 2007 al 2021 y Marc Márquez ha ganado todas las carreras que ha terminado allí. Este fin de semana, allí, en el circuito del fin del mundo -la siguiente tierra que uno se encuentra al sur de Phillip Island es la Antártida-, Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró jugarán este fin de semana el primer set del partido que deberá proclamar al Campeón del Mundo de MotoGP 2022. Pero los tres no correrán sólos. A la imprevisible lluvia, de viento feroz y al frío propios de esas latitudes ahora, hay que sumarle el factor Marc Márquez, que no conoce la derrota en MotoGP en Phillip Island; el de un Jack Miller que corre en casa y que llega hiper motivado tras sus últimos resultados o la actitud que puede generar el amargor de algunos equipos satélite Ducati por la política seguida por la marca en los últimos GGPP… Lo dicho, la madre de todas las carreras.
LA SITUACIÓN: Aunque no se vea humo, hay fuego.
El primer día de entrenamientos del GP de Australia celebrado esta madrugada allá donde se acaba el mundo habitado – la isla de Phillip Island – ha confirmado la situación cómo afrontarán la carrera los dos máximos aspirantes al título. Nada diferente al guión de los 17 GGPP anteriores, es decir: la soledad más absoluta para el de Yamaha, y un ejército en torno al de Ducati. Pero me consta que alrededor de Bagnaia no es que reine precisamente la armonía. Las maneras por parte de Ducati en la gestión de arropar a Pecco en su pelea con Fabio ha abierto algunas heridas que están supurando. Entre los pilotos de Ducati hay en estos momentos dos bandos: los “sumisos” y los que irán a lo suyo cuando se encuentren a Bagnaia en la pista. Zarco y Bezzecchi han declarado formar parte del primer bando, Martín o Marini está por ver, mientras que Bastianini ha dejado repetidamente bien clara su posición. Una posición que me consta mantendrá en Phillip Island a pesar de las presiones que ha venido recibiendo en las últimas semanas; o quizás precisamente por eso. A Miller, otro “sumiso” confeso, en esta ocasión es un verso libre. Porque lo de renunciar a disputar la victoria si se le presenta la ocasión, no lo veo. Una vez más, seguir qué pasa en el mundo Ducati el domingo será un espectáculo per se.
ELCOMPROMISO: A Marc le puede el gen de piloto de carreras.
¿Cuántas veces desde su vuelta de la cuarta operación del brazo izquierdo le hemos oído decir a Marc Márquez que, en lo que quedaba de 2022, él y Honda básicamente iban a trabajar de cara a la temporada que viene para poder afrontar 2023 como candidatos al título, y que los resultados pasaban a un segundo plano. Confieso que al principio me lo creí; tenía toda la lógica. Pero a estas alturas, cada vez que le oigo decir esto, no puedo dejar de sonreír y me digo a mí mismo aquello de ‘Sí, sí…claro’… Porque, ¡no se crean nada! Que Márquez y HRC están haciendo pruebas de cara al 2023, sí, lo vemos en cada GP; que Marc renuncia a algo en carrera en aras del 2023, ¡ja!. Y uso Márquez para una situación y Marc para otra con toda la intención. Márquez es el de las ruedas de prensa de los jueves; Marc es el que está debajo del casco, el que sucumbe al gen competitivo cada vez que se enfunda el mono. Y a los que nos gustan las carreras, ese Marc nos encanta.