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Que la pasión por la Real no conoce fronteras es algo que ha quedado acreditado en infinidad de ocasiones a lo largo de los años. Quizás no sea el club que más cantidad de seguidores reuna a su alrededor pero, a su vez, no es difícil encontrar realzales a lo largo y ancho del planeta.
Eduardo
Almeida es uno de tantos a los que, sin ser guipuzcoano, el veneno txuri urdin le atrapó de lleno hace unos años. Desde su Brasil natal, tuvo una suerte de flechazo con la Real que jugó la Champions en 2013 y el romance le ha llevado a crear la Peña Río Erreala. Estos días ha tenido la suerte de visitar Donostia y de conocer Anoeta, Zubieta y a su compatriota Willian
José, lo que ha estrechado aún más los vínculos que le unen a la Real.
“La afición comenzó hace dos años y fundamos la peña hace un año más o menos”, explica Almeida en un reportaje en los medios oficiales del club. Para justificar cómo un brasileño puede ‘torcer’ por el conjunto realista, se remonta a los tiempos de Vela y Griezmann. “Empecé a seguirles cuando jugaron con la camiseta negra en la Champions, me encantó aquella camiseta, aquel partido contra el Lyon que ganó 0-2 y a partir de ahí despertó la afición en mí. Me encantó la Real, sus colores, cómo jugaba…”.
El actual equipo de Imanol está reeditando aquellos éxitos en Liga y Almeida lo ha disfrutado sobre el terreno, en Donostia. “Ahora el equipo está muy bien y estoy muy feliz de haber conocido Anoeta, la estructura, Zubieta y de conocer a los jugadores”. De vuelta a casa se llevará un preciado regalo, la camiseta de su compatriota Willian José al que pudo conocer en Zubieta. “Espero verle en la selección brasileña”, dice el seguidor carioca de la Real. “Es una alegría para nosotros saber que también hay aficionados de la Real en países como Brasil donde la mayoría sigue al Madrid y al Barcelona”, apunta el delantero de Porto Calvo como epílogo al encuentro entre compatriotas.
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