Britney se queda sola: tras su representante y uno de sus tutores, ahora renuncia su abogado


El de Sam Ingham se había convertido en un nombre familiar para aquellos que siguen de cerca el caso sobre la tutela de Britney Spears. El abogado de la cantante era, además de su representante legal, quien a menudo hablaba por ella en vistas y juicios y también ante el gran público. Hasta hoy. Ingham ha pedido formalmente dejar su puesto, tras haber sido la defensa de Spears durante los 13 años que lleva en marcha su tutela legal.

Así lo afirma la revista People (y de ello se hacen eco el resto de medios estadounidenses), que ha obtenido en exclusiva los documentos que Ingham ha presentado ante los juzgados de California para que tanto él como el prestigioso bufete al que pertenece —llamado Loeb&Loeb— se desentiendan del caso de la cantante. La firma legal y el propio Ingham han exigido que su renuncia entre en vigor “con el nombramiento de un nuevo abogado designado por el Tribunal”.

Esta no es la única renuncia que vive Spears en su entorno. El martes se supo que también dejaba su cargo Larry Rudolph, quien ha sido su manager durante 25 años, que afirmó que abandonaba porque Spears pretende retirarse de la actuación. Pero además el fondo de inversión que junto a su padre, Jamie, cosupervisa su patrimonio, llamado Bessemer Trust, también ha requerido apartarse de su tutela legal para “respetar” los deseos de la artista.

El cambio de abogado, así como todos los demás, llegan tras la explosiva declaración de la cantante en el Tribunal de Los Ángeles el pasado 23 de junio. Entonces pidió que se pusiera fin a la tutela legal a la que está sometida desde hace 13 años y que controlan tanto su padre en la parte financiera como una administradora, Jodi Montgomery, en la parte personal. En la vista, la intérprete de Toxic le contó a la juez Brenda Penny que su abogado nunca le había explicado que podía pedir que esa custodia a la que está sometida acabara. “Quiero cambios, merezco cambios. Me dijeron que tenía que sentarme y ser evaluada de nuevo. Señora, yo no sabía que podía pedir que se terminara la tutela. Honestamente, no lo sabía”, relató. De hecho, habló clara y directamente sobre Ingham. “Mi abogado, Sam, tenía mucho miedo de que yo siguiera adelante”, explicó. “Me dijo que debía guardármelo todo para mí misma”.

Spears contó que durante este tiempo su amistad con Ingham había ido creciendo, pero le dio una de cal y otra de arena. “La verdad es que ha crecido mi relación personal con Sam, mi abogado, he hablado con él como tres veces por semana, hemos construido una especie de relación, pero no he tenido realmente la oportunidad de ser yo quien escogiera por mí misma a mi propio abogado. Y me gustaría poder hacerlo”. Según informaciones del diario estadounidense The New York Times, desde el año 2008 Ingham ha ganado por este caso unos tres millones de dólares (más de 2,5 millones de euros).

Ingham renuncia solo un día después de Larry Rudolph, que en una carta a Jamie Spears y Jodi Montgomery explicó que llevaba más de dos años y medio sin mantener comunicación con Britney Spears. “Entonces”, explica de aquella última vez que hablaron, “ella me informó de que se quería tomar una pausa laboral indefinida. Y hoy mismo me he enterado de que Britney está expresando su intención de retirarse oficialmente”. “En un principio fui contratado por petición de Britney, para ayudarla con la administración y la gestión de su carrera. Y como su manager, creo que lo que más le conviene a Britney con respecto a mí es que yo renuncie a formar parte de su equipo, porque mis servicios profesionales ya no son necesarios. Por favor, acepten esta carta como mi renuncia formal”, escribía, mostrándose “tremendamente orgulloso” de lo logrado “tras 25 años juntos”.

Además, hace unos días también anunció su renuncia Bessemer Trust. Este fondo había sido elegido a finales del año 2020 para controlar junto a Jamie Spears las cuentas de Britney. De hecho, hace unos meses la cantante exigió que fuera ese fondo californiano su único controlador financiero, pero la magistrada Penny se lo negó a principios de este mes. Bessemer pidió ante la corte renunciar el pasado 1 de julio a raíz del testimonio de la cantante del 23 de junio y porque Spears “se opone a la continuidad de la tutela y quiere acabar con ella”. “El peticionario”, decía sobre sí mismo, “la ha escuchado y respeta sus deseos”. Un día después, la renuncia se hizo efectiva.


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