Brittney Griner, un mate para volver a empezar

Brittney Griner, un mate para volver a empezar

Brittney Griner ha vuelto a anotar una canasta. Fue un mate este domingo durante su primera sesión de entrenamiento tras su regreso a Estados Unidos el pasado 8 de diciembre. Unas Converse clásicas negras, unos pantalones cortos de los Suns y una camiseta con el título IX de la Constitución, que prohíbe la discriminación por sexo en centros educativos públicos del país.

Hacía casi 10 meses que la estrella no tocaba un balón después de ser encarcelada en Rusia en un acto enmarcado dentro de la guerra de Ucrania y las sanciones de su país al régimen de Vladimir Putin. La toma de contacto con el aro fue un nuevo paso adelante en su todavía difuso camino de recuperación.

La jugadora sigue en Fort Sam Houston, un centro militar en San Antonio que ejerce de centro hospitalario y puesto de mando médico del ejército, donde ingresó el pasado jueves nada más pisar suelo norteamericano. Según su agente, Lindsay Kagawa Colas, Griner no tiene planes inmediato de abandonar el recinto.

Se desconoce si la estrella quiere continuar con su carrera profesional a pesar de las buenas sensaciones que ha dejado su primer entrenamiento. A sus 32 años, mantiene contrato con la WNBA y las Phoenix Mercury. “Si quiere seguir jugando, lo compartirá ella. Tiene las fiestas para descansar y decidir que es lo siguiente para ella sin presión. Está muy, muy bien. Ha aguantado todo esto de manera increíble”, explicó su representante. Aunque todavía no ha hablado públicamente desde su regreso del penal ruso, se espera que Griner mande un comunicado a los medios esta misma semana.

En la base militar, la jugadora ha recibido la visita de su familia cercana y ha compartido habitación en un hotel con su esposa Cherelle, que le recibió con una barbacoa junto a sus padres. Un detalle que llamó la atención fue el corte de pelo radical por el que optó Griner durante su confinamiento en Rusia. Su largo pelo, trenzado y con rastas, desapareció por las duras temperaturas que tenía que soportar. Para pasar el invierno, y aparentemente preparada mentalmente para seguir encarcelada un buen tiempo, decidió raparse el aro inferior de la cabeza. “Pensaba que iba a seguir allí bastante”, confesó su abogada.

A pesar del primer contacto con el balón, la agente de la jugadora explicó a los medios que volver a jugar no es por ahora su prioridad. Para empezar, no irá a su casa de Phoenix, sino que se trasladará a un entorno privado y seguro, lejos del ruido mediático. “No hay un calendario para su regreso. Está reintegrándose a un mundo que ha cambiado para ella. Desde un punto de vista de pura seguridad, ya no podrá moverse como antes. No es algo que haya pedido, pero intentará usar su renovada fama para hacer el bien”, afirmó Colas.

Griner ya ha expresado que quiere usar su caso y notoriedad para denunciar otras situaciones similares que se dan en el mundo. Aunque el trauma es insalvable, los relatos de las personas que entablaron conversación con la jugadora una vez liberada apuntan a que todo marcha bien en el plano físico y mental. “Le dije, ‘aquí tienes tu asiento, siéntete libre de relajarte’”, relataba Roger Carstens, enviado especial del presidente, a la CNN, sobre su vuelo de regreso de Abu Dhabi a Estados Unidos. “Ella contestó, ‘oh, no, para nada. Llevo diez meses en prisión escuchando solo ruso. Quiero hablar”‘.




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