De tal palo tal astilla. Bronny James, el hijo mayor de LeBron, comienza a crear su imperio económico. Al igual que su padre, ha firmado por Nike y la empresa de auriculares Beats. Bronny juega en Sierra Canyon y aguarda para compartir pista con su padre en la NBA.
El gigante de los deportes anunció la semana pasada que, a través de Nike Basketball, ha llegado a un acuerdo de patrocinio con cinco deportistas adolescentes.
Los nombres de Caitlin Clark, Haley Jones, DJ Wagner y JuJu Watkins no dicen mucho a quien no sea un experto de los equipos de instituto o universidad en EE.UU., pero el quinto en la lista sí es ya bastante conocido: Bronny James.
“Desde que puedo recordar, Nike ha sido una parte de mi familia”, aseguró el joven en un comunicado.
“Tener la oportunidad de asociarme con ellos y continuar el legado de mi familia tanto en la pista como en mi comunidad es algo salvaje. De verdad significa mucho para mí”, añadió.
El acuerdo que ha firmado Bronny con Nike es posible gracias a los novedosos contratos NIL (contratos de Nombre, Imagen y Semejanza), que desde 2021 han permitido en EE.UU. que las marcas y las compañías puedan hacer negocios con deportistas juveniles a través de patrocinios.
Los NIL han florecido por toda la geografía estadounidense y han cambiado el deporte universitario y de instituto de arriba a abajo pero, en la mayoría de los casos -y Bronny no es una excepción- los términos de esos acuerdos de patrocinio con los jóvenes se han mantenido en secreto.
NIKE Y LOS JAMES
Con 18 años recién cumplidos y 1,91 de altura, Bronny ha destacado como base a nivel de instituto en los Trailblazers del instituto Sierra Canyon.
Con su etapa en el instituto a punto de terminar (tiene que decidir si apostará por la universidad y competir en la NCAA o por otras opciones como el baloncesto internacional), lo que está claro es que su gran aspiración es llegar a la NBA.
Por su parte, la legendaria carrera de su padre, que acaba de comenzar su vigésima temporada en la mejor liga del planeta, no puede entenderse sin Nike, con quien firmó en 2003.
La estrella de los Lakers es uno de los grandes referentes de Nike a escala mundial y por eso ahora tiene sentido que la multinacional extienda sus lazos con la familia a través de Bronny.
“En Nike, el baloncesto es más que un deporte. Es una cultura y una oportunidad de romper barreras, unir a la gente, construir comunidad y dar forma al futuro”, dijo Nike en un comunicado al fichar a Bronny.
“Para servir al futuro de los deportistas y el deporte, Nike se está asociando con jóvenes inspiradores que están marcando el camino ahora tanto en la pista como en sus comunidades”, añadió.
El de Nike no es el único patrocinio que ha conseguido recientemente Bronny puesto que esta misma semana se dio a conocer que también ha llegado a un acuerdo NIL con la marca de auriculares Beats.
En eso ha tenido asimismo como modelo a LeBron, que también es una de las caras conocidas de Beats, por lo que padre e hijo han aparecido juntos en un anuncio televisivo presentado estos días en el que se les ve jugando a baloncesto en un uno contra uno en su casa.
LeBron ha señalado públicamente en varias ocasiones que su sueño es compartir equipo con Bronny en la NBA.
Bronny podría declararse elegible por primera vez para el draft de la NBA en 2024, “casualmente” el año en el que LeBron tendrá una opción unilateral de rescindir su actual y mastodóntico contrato con los Lakers (dos años por 97,1 millones de dólares en total).
Falta mucho para saber si los planes de los James se cumplirán tal y como tienen en la cabeza, pero por ahora, Nike mediante, LeBron y Bronny, padre e hijo, caminan de la mano.