Brooke Shields habla sobre su polémico anuncio de Calvin Klein de 1980: “Era ingenua. No le vi matiz sexual”

“Hola, soy Brooke Shields y creo que tenemos que hablar sobre los anuncios de Calvin Klein”. Con esa frase arranca el vídeo que la actriz estadounidense Brooke Shields (Nueva York, 56 años) ha hecho junto a la edición estadounidense de la revista Vogue para repasar, durante casi 10 minutos, el que en los años ochenta se convirtió en uno de los anuncios más icónicos del momento, tanto que ha perdurado en el imaginario popular durante cuatro décadas.

Entonces, Shields era una jovencísima actriz de 15 años que llevaba toda su infancia haciendo pequeños papeles y con una belleza que cortaba la respiración de los televidentes y que supuraba inocencia. Pero el anuncio se hizo famoso precisamente por una mezcla de esa pureza de Shields y un punto de erotismo del que ella, como afirmó entonces y como insiste ahora, nunca fue consciente.

Brooke Shields, adolescente, en la campaña de Calvin Klein.
Brooke Shields, adolescente, en la campaña de Calvin Klein.

“¿Quieres saber lo que se interpone entre mis Calvin y yo? Nada”, era la frase que pronunciaba la adolescente y que pasó a la posteridad. El spot televisivo de los vaqueros fue dirigido por Richard Avedon, en la primera incursión del reputado fotógrafo en ese mundo. “Alguien del equipo de Calvin se puso en contacto con mi madre, y ella básicamente le dijo: ¿Entonces lo que quieren es que se ponga unos vaqueros y salga en un anuncio?”, rememora ella. “Cuando yo tenía 15 años básicamente no entendía por qué Calvin se estaba convirtiendo en el representante del espíritu de su época. Fue más que Richard Avedon se acercó a mi madre, y a mí, y nos dijo: ‘Mirad, estoy haciendo una serie de anuncios muy especiales”.

Según cuenta la actriz, detrás de todo eso había “juegos de palabras, referencias históricas o literarias muy específicas, había un discurso intelectual” que guiaba los anuncios. “Durante la grabación nadie estaba autorizado a entrar en el set de rodaje. Creo que porque para Avedon era su primera incursión en el mundo de los anuncios. Creo que estaba nervioso, las expectativas estaban muy altas y había mucha presión. Así que hicimos muchas, muchas, pero que muchas tomas. La coreografía era específica e intencional. Cada mínimo trozo”. Pero ella asegura que esa confianza la hacía sentirse “orgullosa” de que contaran con ella y de pasar a formar parte de ese espíritu de los tiempos del que Calvin Klein se había convertido en enseña.

Lo que la pilló desprevenida fue el boom que vino después y cuando empezaron a prohibir el spot en distintos lugares. “Los paparazis y el público me gritaban, le gritaban a mi madre: ‘¿Cómo has podido?’ Me pareció todo muy ridículo”, recuerda la actriz. También ella misma reconoce que en ningún momento se planteó que esa pregunta tenía un cariz de obvio erotismo. “Yo era ingenua, no pensé nada sobre ello. No pensé que tenía que ver con la ropa interior. No le vi connotación sexual. Lo comparaba con mi hermana: nada se opone entre mi hermana y yo. Lo que fue un shock para mí fue que me reprendieran por un “ah, tú sabías que iba a pasar eso, lo pensabas”. Era una niña, era ingenua, estaba muy protegida, era una joven muy aislada, en una burbuja que mi madre protegía desde el exterior. Creo que se asumió que yo era más espabilada de lo que era en realidad”, reflexiona.

De hecho, la propia Shields vio que la prensa la seguía atacando por ello, la acosaba con preguntas sobre sexualidad, sobre pudor, sobre corporalidad, con tan solo 15 años, cuando ella, relata, llegó a tener una doble de cuerpo en el rodaje de El lago azul, filmada ese mismo año. “Había una falta de asociación con lo que yo estaba experimentando”, afirma ella. “Empezaban así, respetándome porque era joven, pero luego eran muy condescendientes, y luego veías que estaban fuera de control. No querían mi respuesta porque me seguían preguntando lo mismo y no les interesaba mi respuesta. Era como: ‘No, no pensé en nada de eso”, explica sobre cómo le insistían en la sexualidad del anuncio. “Mi madre estaba del todo incómoda ante las cámaras. Éramos nosotras contra el mundo”.

La actriz Brooke Shields y su madre, Teri Shields.
La actriz Brooke Shields y su madre, Teri Shields.GETTY

Hoy su visión es un poco distinta de todo aquello. Reconoce que efectivamente había una parte sexual en todo aquello que le pasó desapercibida y de la que ella, en el rodaje, no fue consciente. “A mis 56 años puedo volver atrás y mirar la cámara y decir: es verdad, están haciendo zoom primero a mis genitales y luego suben hasta mi cara, es verdad. Pero el sexo ha vendido desde el principio de los tiempos. En cada portada en la que he aparecido, tanto si tenía 15 años como cualquier edad, siempre hay algo en la mirada”. Además, explica que se convirtió en algo así como la nueva novia de América: “Era virgen, fui virgen para siempre después de aquello. Y eso se convirtió en aquello a la que la gente se enganchó porque era honesta sobre no haber perdido mi virginidad. Siempre pensé que era la virgen más famosa y celebrada del mundo”, explica, ya riéndose.

Sin embargo, para ella el balance sigue siendo positivo y cree que Calvin Klein fue inteligente con el tono de la campaña, la forma, el contenido y escogiéndola a ella y a Avedon. Para ella ese anuncio siempre estará ahí: la hizo crecer y ser quién es. “Por un lado, no creo que pueda escapar de lo que hice en los años ochenta; pero por otro lado he hecho tantas cosas que ni habríamos soñado… Ahora hay una asimilación de la sexualidad que obviamente no tenía con 15 años. […] Estábamos muy protegidos de todo aquello, y agradezco haberlo estado en mi ingenuidad, porque salí relativamente indemne”, recuerda. De hecho, Shields desvela que hace poco entrevistó a Calvin Klein para un programa de radio y que él también le hizo saber que aquello fue un enorme revulsivo personal y profesional que “le puso en el mapa de un modo muy distinto, que es lo que querían”. “Me dijo: ‘Cambiaste el curso de mi vida y de mi carrera. Y yo le dije: ‘Bueno, tú también cambiaste la mía. Estábamos en el momento y en el lugar correctos”.


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