Los Boston Celtics se impusieron por 113-121 a Los Angeles Lakers en el clásico de la NBA gracias al increíble partido de Jaylen Brown, autor de 40 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias que rozaron la excelencia sobre el parquet del Staples Center.
El partidazo del escolta neutralizó otro magnífico encuentro, el de un Marc Gasol que está jugando con muchas ganas de reivindicarse cuando Frank Vogel le da una oportunidad. El pívot catalán resultó clave en el intento de remontada de unos Lakers que llegaron a perder de 21 puntos en el partido.
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Con 18 puntos –su mejor marca anotadora de la temporada– 4 rebotes y 3 asistencias, Gasol recordó una vez más a su entrenador y sus compañeros que no se ve como carne de banquillo, aunque él dice que ha tragado con ese rol. El de Sant Boi, por cierto, anotó 4 triples de 6 intentos y 7 de 10 en tiros de campo, un alarde más de su capacidad de mutar según las necesidades del equipo.
Tenía tantas ganas de jugar Marc que incluso obvió el dolor de un meñique roto tras una caída en el tercer cuarto. Después del percance, el pívot sumó tres triples consecutivos y un palmeo para ayudar a recuperar el terreno perdido contra el oponente.
“Tranquilo, es mi mano izquierda, no la necesito”, le dijo Gasol a su entrenador para que no le sacara del encuentro. Tras el partido el equipo médico de L.A. explicó que Marc tiene una fractura de la placa volar de su dedo meñique izquierdo, lo que le convierte en duda para el próximo partido.
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En un encuentro poco característico de los Lakers, que otorgaron 121 puntos a su rival cuando son la segunda mejor defensa de la liga con 105,9 puntos permitidos por partido, los Celtics se complicaron la vida en el cuarto definitivo. Los visitantes encajaron un parcial de 24-2 cuando lideraban 86-113 a siete minutos del final.
Talen Horton-Tucker, autor de 19 puntos, y Ben McLemore, que finalizó con 17 tantos, lideraron la rebelión de los locales ante los reservas de Brad Stevens, que se vio obligado a recuperar a sus titulares para el tramo definitivo del encuentro.
Brown, eficiente como nunca, se encargó de sellar con una bonita bombita a 32 segundos del final el triunfo de los de verde. Con 40 puntos en 20 tiros de campo, su encuentro se fue directo a los libros de historia de Boston. Nadie había anotado 40 puntos y sumado un 85% de acierto (17-20) para la franquicia de Massachusetts.
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Con la victoria, los Celtics siguen su tendencia al alza y acumula ocho victorias en los últimos once partidos, unos registros que les han permitido igualar el récord de los Atlanta Hawks, cuatros clasificados de la Conferencia Este con 30 victorias y 26 derrotas.
A pesar del ridículo parcial encajado en el último cuarto, Boston tiró de fondo de armario para constatar su mejoría en este tramo de la temporada: hasta seis jugadores sumaron en dobles dígitos anoche. Payton Pritchard y Marcus Smart, ambos con 15 puntos, fueron los principales puntos de apoyo para el juego de Brown en una noche modesta de Jayson Tatum, que acabó con 14 tantos, 5 rebotes y 5 asistencias (6-14 TC; 2-5 3P).
Los Lakers tuvieron una noche extraña en el retorno de los aficionados al Staples Center. Casi 2.000 aficionados presenciaron la derrota contra Boston, marcada por las bajas de Andre Drummond, Markieff Morris, LeBron James y un Anthony Davis que está cerca de volver.
Dennis Schröder, que casi se perdió el partido por una infección en la planta del pie, jugó magullado y se quedó en 8 puntos y 8 asistencias para los angelinos, que contaron con 12 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias de Montrezl Harrell, menos protagonista que Marc anoche a pesar de que va por delante en teórico engranaje de Vogel.
Con todo, Gasol no desaprovechó su oportunidad y demostró que puede hacer muchas cosas para los vigentes campeones. Una noche más para reivindicarse pese a la derrota contra Boston.
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