Ha llovido mucho desde mayo de 2017, cuando Bruno
Soriano jugó su último partido con el Villarreal en la última jornada de liga con victoria épica en Mestalla. El capitán del equipo, y uno de los jugadores más destacados por aquel entonces, sufría una lesión en la tibia izquierda que iba a apartarle casi dos años y medio de los terrenos de juego.
En principio la previsión era regresar sin problemas para el inicio de la temporada 17/18 tras operarse en julio, pero el dolor no remitía y su vuelta a las canchas se iba alargando cada vez más. Esa 17/18 se la pasó en blanco, y la pasada temporada más de lo mismo. En todo ese tiempo su balance ha sido de poco más de una decena de entrenamientos, y cuando parecía que podía estar cerca de regresar, los dolores volvían a aparecer.
Este pasado verano decidió volver a operarse de nuevo, ahora en Finlandia, tras pasar un sinfín de tratamientos y procesos de rehabilitación que no le funcionaron. Fue intervenido del tendón rotuliano de su rodilla izquierda por el Doctor
Sakari
Orava en el hospital NEO
Mehiläinen de Turku, ciudad finlandesa.
Desde entonces ha trabajado a destajo para poder debutar en este principio de temporada, y ahora parece que el objetivo está más cerca que nunca. En el entrenamiento de este martes Bruno realizó una parte de la práctica con el resto de sus compañeros sin aparentes problemas, y se espera que pueda recibir el alta médica en los próximos días.
En su última comparecencia, un emocionado Bruno reconoció lo mal que lo está pasando con las lesiones. “Sueño con el día que volveré a ponerme las botas, ver a la afición desde abajo, poder darle un pase a un compañero… Antes mis sueños pasaban por levantar un título como capitán. No renuncio a eso, pero ahora poder jugar algún día de nuevo lo sería todo”, confesaba.
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