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Bruno Soriano y Pau Torres: “Hay que ser de este pueblo para sentir lo que significa este partido”

El pasado se integra en el presente y en el futuro del Villarreal. Bruno Soriano (Artana, Castellón, 36 años), excentrocampista, el último gran capitán amarillo, 14 temporadas en el equipo, visita en la flamante Ciudad Deportiva al defensa Pau Torres (Vila-real, Castellón, 24 años) en vísperas de la final de la Europa League. Llegaron a ser compañeros y ahora analizan la trayectoria del club hasta llegar a este partido contra el Manchester United que representa el momento culminante de un viejo sueño.

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Pregunta. Ustedes se llevan 12 años, pero coincidieron una temporada como compañeros. ¿Cómo recuerdan esos momentos en los que el chaval de la casa llega al primer equipo?

Bruno Soriano. Sí, jugamos juntos la temporada 2019-20, cuando Pau regresó de su cesión en Málaga. Antes ya se había entrenado con nosotros y había sido convocado para algún partido. Cuando subió ya le tenía bien controlado. Me gustaba fijarme en los chavales que destacaban más. Y era su caso. Ya se veía que iba a tener futuro en el primer equipo. Le vino muy bien la salida a Málaga y foguearse en Segunda.

Pau Torres. Nunca olvidaré el primer día que me entrené con el primer equipo. Había que rellenar huecos, los compañeros del filial y del juvenil tenían partido y me llamaron. El entrenador todavía era Marcelino. Estábamos en Segunda. Fue el año del ascenso. Solo fue un entrenamiento, pero lo recuerdo con un cariño especial. Después, ya hice la pretemporada de la 18-19, pero me di cuenta de que era muy joven todavía y que no me vendría mal ir cedido.

P. Pau ha confesado que desde muy pequeño siempre se fijaba en Bruno, en su comportamiento dentro y fuera del campo. ¿Por qué precisamente en él?

P. T. Porque era el referente número uno para todos los chavales de la cantera. Era el capitán, era de aquí, nunca había salido del club a pesar de tener ofertas. Incluso el año del descenso se quedó para ayudar a volver rápido a Primera. Eso me marcó. Yo, además de canterano, era aficionado del Villarreal y valoré mucho esa postura. Entonces pensaba que de mayor quería ser como Bruno.

“Vivía a diez minutos de Vila-real, pero me parecía ir a Marte”

Bruno Soriano

B. S. Este chico va muy rápido, para bien. Ha sido ya hasta capitán del equipo y el tema del brazalete, quizás por haberlo llevado, es algo que conlleva mucha responsabilidad. No es lo mismo jugar con el brazalete que sin él. Me suponía una gran responsabilidad dentro y fuera del campo y una de ellas era estar pendiente de los jugadores que subían de la cantera. Pau es el mejor heredero que puede tener el brazalete, aunque ahora no sea todavía el primer capitán… Ojalá se pueda quedar mucho tiempo. Yo es lo que deseo, de verdad.

P. Cuando Bruno se fijaba en Pau, se veía reflejado en él unos años antes…

B. S. Sí. Es que él es del pueblo. Yo soy de Artana, a 10 minutos de aquí, pero él tiene aún más mérito. Es muy difícil. Los chavales de la casa siempre hemos tenido una gran competencia. He jugado con muchísimos compañeros que venían desde todas las partes de España y del extranjero y por eso es tan importante para nosotros haber llegado al primer equipo y ser jugadores contrastados. No solo es llegar, luego queda mantenerse, jugar de inicio, jugar los 90 minutos. Pau lo ha conseguido y con una cesión. Eso demuestra que es una persona madura. Salió un año y se ganó volver para ser ya un referente en el primer equipo. Eso no es fácil.

P. T. No fue sencillo salir. En el primer equipo había centrales que lo estaban haciendo muy bien y siendo sincero no me veía con sitio. El filial no subió a Segunda B, que hubiera sido una buena opción, y me di cuenta de que necesitaba minutos para seguir creciendo. Hablé con mi familia y con el club y no me dio miedo, aunque era la primera vez que iba a salir de casa. Hasta se vinieron mi madre y mi hermano conmigo las primeras semanas. Luego ya me dejaron solo.

P. A Bruno sí le dio miedo, estaba en la cantera y tomó la decisión de volver a Artana y jugar en el equipo del pueblo.

B. S. Eran 10 minutos de coche, pero me parecía muy lejos. Me dijeron que me tenía que quedar a vivir en la Residencia, estudiar aquí y todo aquello para mí era un mundo. No pensaba que podría llegar a ser jugador del primer equipo. Ni tampoco era mi objetivo principal. Veía el fútbol como una diversión, lo que más me gustaba hacer, disfrutaba mucho, pero nada más. Era de estar con mi familia y mi gente en el pueblo. Soy muy tímido y esto me parecía Marte. Me volví a casa, pero por suerte vinieron a buscarme otra vez y comenzó mi segunda etapa.

P. T. Yo sí soñaba con el primer equipo. Ves que vas quemando etapas y lo ves más cerca, aunque al principio tampoco me obsesionaba. En mi caso sí estaba cerca de mi gente porque vivo aquí y eso también ayuda.

P. Bruno se tuvo que retirar por culpa de una lesión después de casi tres años de calvario. Pau tuvo una lesión muy importante con 13-14 años que también puso en peligro su futuro…

P. T. Estaba en el cadete y era un torneo en Mánchester. Me rompí la tibia y peroné. Grave. Me pusieron una escayola hasta arriba y muchas compañías aéreas regulares no te dejaban volar en esas condiciones y tuve que regresar en un avión medicalizado que me pusieron entre la organización y el club. Afortunadamente era un torneo organizado por la Premier con un buen seguro. Pasé mucho tiempo en casa y un día me llegó en un sobre una camiseta firmada por el presidente y todos los jugadores del primer equipo. Fue un detalle inolvidable.

Bruno y Pau posan en otro instante del encuentro. / ÁNGEL SÁNCHEZ

P. La imagen de Pau llorando al clasificarse el equipo para la final contra el United fue viral. ¿También lloró Bruno?

B. S. Sí, la verdad que sí. Y mira que yo no soy un hombre de lágrima fácil. Todo lo contrario. Solo recuerdo haber llorado cuando bajamos a Segunda, un mazazo increíble. Me emociono, pero no me terminan de saltar las lágrimas. El otro día fue distinto. Al ver a Pau llorar de esa manera, se me escaparon también. Soy consciente de lo que la final significa para el pueblo, para la historia de este club y sé que a Pau le quieren todos porque es de aquí mismo.

P. T. ¡Ojalá podamos llorar más veces por una final y cosas como esta! Soy de lágrima más fácil. Me emociono bastante.

B. S. Por mucho que quiera imaginarme cómo puede ser la final, la realidad es que no la voy a jugar. Desde fuera ayudaré, animaré… No soy de dar consejos. Tampoco podría dar consejos de qué hacer en una final porque no he jugado ninguna. Los jugadores tienen que estar concentrados y cada uno sabe lo que tiene que hacer. Nuestra presencia es testimonial. Que sepan que Santi Cazorla y yo estamos ahí [también han viajado con el equipo] y sobre todo que la afición está ahí.

P. T. A nosotros en el vestuario sí nos hace mucha ilusión que estén con nosotros. Ellos dos han estado mucho tiempo trabajando para estar donde estamos ahora y es un plus verlos cerca en un momento tan importante en la historia del club.

P. Para dos chavales crecidos en la cantera amarilla, nacidos en la provincia, ¿jugar una final de la Liga Europa es la meta deseada, y además contra el Manchester United?

B. S. Es un orgullo. Claro que es un orgullo. Hay que ser de aquí para sentir lo que significa. Si ganamos me alegraré por ellos y porque el Villarreal es mi club de toda la vida. Por la familia Roig, por Llaneza… Es cierto que el rival impresiona por su presente y su pasado, pero cuando me siento a ver al Villarreal yo estoy tranquilo porque sé que los jugadores van a dar su nivel y saben cómo tienen que hacer las cosas.

P. T. Jugamos ante un club muy potente económicamente que se puede permitir el lujo de tener a los jugadores que tiene. Bruno Fernandes, Pogba, Cavani, Rashford…. Vamos a jugar la final contra el favorito y candidato número uno desde que comenzó la competición, pero también lo era el Arsenal en semifinales y les ganamos. No salimos rendidos.

P. Desde dentro, habiendo crecido en la cantera, ¿cómo se valora la trayectoria de un Villarreal que se codea temporada tras temporada con los grandes clubes de España y Europa?

“¡Ojalá Bruno y yo volvamos a llorar a la vez, como al llegar a esta final!”

Pau Torres

B. S. Cuando venía con mi hermano a ver los partidos de chaval y nos entrenábamos en los campos que nos entrenábamos nunca llegué a pensar que podíamos estar donde estamos ahora. No estaba hecha la Ciudad Deportiva. Luego comenzamos a entrenar en campos de hierba artificial. Inimaginable lo que tenemos ahora.

P. T. También venía con mi hermano, Jordi, que es tres años mayor que yo y ahora es entrenador en la cantera. Es él cuando llego a casa y la he liado quien me dice las cosas. Cuando alguien te corrige es porque le importas de verdad y quiere lo mejor de ti. ¿Que si hago más caso a mi hermano o a Emery? A Emery, por supuesto.

P. El tópico dice que las finales se ganan, no se juegan, ¿pero para el Villarreal estar donde está ya es para sentirse satisfecho?

B. S. Yo siempre quise ganar un título. Para el Villarreal estar en una final y vivir esta fiesta ya debe servir de orgullo. Dejas una marca. Ganar, queremos ganar, pero el hecho de estar ya es impresionante. Si la ganamos la disfrutaré como aficionado, no como un jugador. Ya no lo soy. Es lo que hay. Por supuesto que me hubiera gustado estar aquí para jugar y siendo un poco egoísta me hubiese gustado disfrutar de los momentos que han disfrutado ellos llegando hasta aquí. Todos los jugadores que hemos pasado estos años atrás por el Villarreal trabajamos para poder llegar a una final, pero no se dio. Esto también es fruto del trabajo de otras generaciones. De la que se quedó en las semifinales de la Liga de Campeones; de la mía, que se quedó en las semifinales de la Liga Europa. Se fue cimentando el camino hasta la final a la que se ha llegado ahora.

P. Bruno no quiso salir nunca del Villarreal a pesar de que tuvo ofertas, pero en el caso de Pau se asegura que la salida es inmediata, tras la Eurocopa, para la que ha sido convocado.

P. T. Llevo poco tiempo en el fútbol profesional y todo lo que estoy viviendo me hace bien y tengo muchas ganas de vivirlo. Esta final, la Eurocopa… Estoy muy tranquilo. Tengo contrato con el club de mi pueblo. Estamos compitiendo por cosas grandes y no pienso en nada más.

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