La grandeza y la gigantesca dimensión de Nikola Jokic siguen intactas como siempre, y pese a que todavía muy joven, haga lo que haga ya el serbio ya seguirán ahí para siempre. Ocurre que, tan igualada y encarnizada está la lucha por el MVP, con Joel Embiid besando la perfección, que cualquier par de mínimos errores cuando más se requiere la esencia de MVP pesan ya mucho. Y Jokic, demasiada carga también la que lleva encima, falló esta vez cuando el crono ahogaba en la derrota de los Nuggets contra los ilusionantes Knicks de Jalen Brunson, 24 puntos en su regreso (116-110).
El pívot acabó con 24 puntos, seleccionando como siempre el tiro como pocos –11/18 en lanzamientos-, además de quedarse al borde del triple-doble con 10 rebotes y 8 asistencias. Sin embargo, la mano le ‘tembló’ esta vez al serbio, bien defendido todo el partido por el conjunto neoyorquino. El equipo de Tom Thibodeau logró reducir su impacto al final del partido, fallando Jokic dos triples en el último minuto con ventaja para los Knicks -104-100 y 106-100-, y con una serie de 1/5 en lanzamientos en los últimos 5 minutos, además de ninguna asistencia y una pérdida.
‘Thibs’, viejo ‘zorro’, sabe bien tras tantos años entrenando y viendo al serbio que la mejor manera de reducir su influencia es limitar en la medida de lo posible su capacidad como creador de juego, pues en la pintura es (casi) indefendible. El balcánico que se mueve en promedios de 10 asistencias y 3,5 pérdidas por encuentro, se quedó esta vez en 8 pases de canasta pero perdiendo hasta 6 balones. Mal momento para flojear, justo cuando las probabilidades de MVP con Embiid están prácticamente a la par ya tal como publicaba esta semana la ESPN.
Pero no sólo fue este partido una ‘desaceleración’ de Jokic en la carrera por el codiciado trono de mejor jugador del mundo. Fue también el imponente regreso de Brunson, ausente en 5 de los 6 últimos partidos el base, que tomó el mando con personalidad y talento para acercar un poco más a los Knicks a unos playoffs en los que están los Nuggets, aunque no todavía como líder matemático del Oeste. Jalen fue el mejor de los suyos con esos 24 puntos -9/20 en tiros y 2/5 en triples-, 2 rebotes y 5 asistencias.
El gran pero -aparte del tapón que se llevó de Jokic-, que tras un deslumbrante arranque, con 16 tantos y un 6/8 en lanzamientos en el primer cuarto, sólo fue capaz de sumar 8 tras un 3/12 en tiros en los siguientes. Nada de lo que preocuparse en cualquier caso con la consistencia de RJ Barrett (21 puntos) y Julius Randle (20) y con un banquillo que estuvo a la altura con los 10 tantos de Immanuel Quickley y los 13 de Josh Hart. Sin desdeñar el valioso trabajo de Quentin Grimes, 9 puntos y, sobre todo, su impacto defensivo, acabando con el mejor más-menos con un +15.
Los Knics llegaron a ganar por rentas de hasta 12 en el primer cuarto y en el segundo, pero le dieron la vuelta los Nuggets para llegar a disfrutar de una ventaja cercana de hasta 12 mediado el tercer parcial, sustentados no sólo en Jokic sino en un Jamal Murray con 25 puntos y una lección de eficacia, con un 9/14 en tiros y un 5/7 en triples. Nunca tuvo prisa en el progreso hacia su máximo nivel, dando prioridad al objetivo de alcanzarlo para los playoffs. Y parece que lo va a conseguir.
Aaron Gordon sumó 14 tantos y Michael Porter Jr 11 con Bruce Brown aportando 11 desde el banquillo, mientras que 12 dejó un Jeff Green que deleitó con un mate espectacular. Aún así, nueva derrota de unos Nuggets puestos en duda -4 derrotas en los últimos 5 partidos-, igual que el MVP de Jokic. No puede bajar ahora mismo ni el más mínimo ápice su majestuoso nivel. Embiid no sólo. aprieta. También ahoga.