Brutal diferencia goleadora de Griezmann con el resto en la Era Simeone


Antoine Griezmann volverá al Wanda
Metropolitano este domingo, pero lo hará con la camiseta del FC Barcelona, no con la del Atlético de Madrid, un equipo al que defendió nada menos que en 257 partidos, 236 como titular en los que marcó 133 goles y dio 53 asistencias.



Aunque desde lo sentimental doliese la marcha del francés, especialmente por producirse como se produjo y porque se dio a un rival directo como es el FC Barcelona, lo cierto es que desde el punto de vista del peso deportivo e institucional del jugador, no era un cualquiera. Más al contrario.

Durante sus cinco temporadas en la capital de España fue casi medio Atlético. Literalmente. Si contamos con todas las competiciones, participó de forma directa o indirecta en 186 goles. Si vemos que en esos mismo cinco cursos, el Atlético de Madrid marcó 419 goles en total, nos encontramos con que Griezmann participó en el 44,3% de los goles del equipo. Unos datos que en la Era Simeone nadie mejoró, ni siquiera se acercó

Griezmann fue el máximo goleador del club en todas las competiciones en cada una de sus cinco temporadas en la capital de España. Pero es que, además, su peso goleador no tuvo parangón en su lustro comparativamente con otros atacantes.

El que más se le aproxima es Álvaro Morata, que ha tenido incidencia en 15 goles (tantos más asistencias) de los 47 que ha hecho el equipo desde su llegada. Eso representa casi el 32%.

El segundo con más influencia en la Era
Simeone fue Falcao. Participó en 63 goles entre tantos propios y asistencias, de los 239 que marcó su equipo en la campaña y media que coincidió con el Cholo. Un 26,35% de peso goleador.

Le sigue Mario
Mandzukic, que influyó en 25 goles (20 tantos y cinco asistencias) en el único curso que vistió de rojiblanco y en el que su equipo anotó 95 goles. Es decir, un peso de un 26.31%. Luego ya van Costa (22,9%), David Villa (15,5%), Correa (14,5%), Fernando
Torres (12,69%) y Adrián López (11,06%).

TEMPORADA A TEMPORADA

Griezmann llegó en la 14/15 con un gran reto por delante, junto a Mandzukic, llenar el vacío que había dejado la marcha de Diego
Costa, que en la temporada del título de Liga, había marcado 36 goles. En su primer curso, marcó 25 goles en 53 partidos, con una tasa de conversión del 22,5%, puesto que disparó 111 veces. Fue el máximo anotador por delante de Mandzukic (20 goles) y Fernando Torres (seis).

La 15/16 fue la temporada más prolífica del francés, 31 goles en todas las competiciones, con el Atlético en la final de la Champions de Milán. Una temporada que sumada a sus actuaciones con Francia le aupó al tercer escalón del Balón de Oro. De nuevo, en el ámbito de clubs fue un curso muy acertado para él. Tuvo una tasa de conversión de 24,2% en ese curso.

La 16/17 dejó para él 26 goles más en sus 53 partidos, la cifra más discreta desde que había llegado al Atlético. Con todo, reveló una nueva faceta más, la de pasador, aumentó a 12 sus asistencias a otros compañeros. La 17/18 supuso para él la confirmación como jugador franquicia del equipo colchonero, con goles clave para la consecución de la Europa
League de Lyon. 29 goles en todas las competiciones y 13 asistencias, su tope desde que está en el club colchonero.

Por último, este último curso, fue el más discreto para él, curiosamente coincidiendo con su mejor contrato y con el hecho de que todas las miras estaban puestas en él tras ser campeón del mundo con Francia y el Atlético haber apostado tan fuerte por él.

Griezmann marcó 15 goles en la liga y 21 entre todas las competiciones, su curso más pobre con una tasa de conversión de apenas un 13,6% en Liga y de un 15,4% si sumamos también Champions y Copa.


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