Hoy me toca hablar de publicidad, algo de lo que huyo como alma que lleva el diablo en la televisión lineal. De hecho, mi consumo de televisión en vivo es mínimo. Algún informativo, y algo a la hora de la cena que me requiera cero esfuerzos de la neurona.
La programación de televisión está compuesta única y exclusivamente de tres elementos: programas, autopromociones y publicidad. Y es esta última la única que se comparte entre todos los canales sin variación. El mismo anuncio en todos lados, como si fuera la misma audiencia.
Por eso, cuando Chiqui me pidió que hablara de alguna campaña he tenido que pensarlo durante unos días, y estar más atenta a esas interrupciones cada vez más largas y menos creativas. Y de repente veo la campaña “Spain for Sure”, promovida por el Ministerio de Exteriores que “recuerda los valores que nos retratan como país: esfuerzo, resiliencia y, especialmente, fiabilidad y seguridad”. (sic)
En ella, distintas personalidades de primer nivel del país nos infunden esperanza para salir de esta pandemia económica que ha llegado tras la sanitaria. Deportistas, empresarios, bancarios, representantes del cine, el baile, chefs…
Puedo poneros más ejemplos de estos días, todos ellos dedicados a potenciar el turismo, cómo no. Por ejemplo, y quedándome en mi terruño tenemos “Vive la Costa del Sol como nunca antes”, con la voz de la malagueña Remedios Cervantes, y por supuesto no podía faltar Antonio Banderas para toda Andalucía.
Es una buena idea, porque ¿quién no adora a Rafa Nadal, Pau Gasol o José Andrés? Son todas figuras que admiramos y/o respetamos por lo que la tendencia del público es a empatizar con el mensaje y con ello asumirlo. Hasta aquí bien. Márquetin de celebrities lo llaman. Y es de agradecer que todos ellos se sumen a esta iniciativa, imagino que sin cobrar, para animarnos a todos.
Pero no son ellos los que deberían dar la cara (o la voz). Cuando vi este anuncio solo podía pensar en otra versión del mismo. Una en el que los principales representantes políticos del Estado y de las autonomías se unieran para mostrarnos que tienen un objetivo común: sacar a este país de la crisis.
Ya sabemos que tienen diferentes criterios de cómo hacerlo; pero por una vez, por una sola vez, podrían haber dejado de dar vergüenza ajena, que es lo que han hecho en todas y cada de las sesiones parlamentarias y apariciones públicas en los últimos tres meses, para dejarnos un mensaje claro: “Este marrón es tan gordo y hay tanta gente sufriendo, que estamos dispuestos a dejar de lado nuestros intereses partidistas para salir de este lío”.
Eso sí, habría sido una campaña impactante. Una que me habría llegado al corazón.
Y ahora permítanme que me regrese a mi higuera en la que se vive muy bien perdida en mi ingenuidad.
Sonia Blanco Ruiz es doctora en Comunicación Audiovisual y profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga.