El género occidental ha sido un elemento básico del cine de Hollywood desde el principio. Sus tropos están tan gastados y anticuados que fueron deconstruidos por satíricos como Mel Brooks y revisionistas como Sam Peckinpah hace medio siglo. Como resultado, muchos de los clásicos tradicionales del género no se mantienen en la actualidad.
Los westerns que han resistido el paso del tiempo son los que subvirtieron las expectativas de la audiencia. Un buen ejemplo es la obra maestra anti-occidental de 1969 de George Roy Hill. Butch Cassidy y el Sundance Kid, una comedia de amigos sobre dos forajidos de la vida real que huyen de la justicia. Con sus atractivas actuaciones principales y su impresionante cinematografía, esta película clásica sigue siendo una de las favoritas de los cinéfilos y espectadores ocasionales por igual.
8 Buddy Dynamic de Paul Newman y Robert Redford
El corazón y el alma de Butch Cassidy y el Sundance Kid es la amistad entre los personajes del título. Son ladrones de bancos infames, pero la audiencia puede identificarse con ellos porque se preocupan por los demás y se cuidan unos a otros.
Esta dinámica de amigos cobró vida maravillosamente gracias a los protagonistas perfectamente combinados Paul Newman y, en uno de sus mejores papeles, Robert Redford. Los dos generan una química genial que engancha y encanta a los espectadores incluso cuando el dúo comete numerosos robos a bancos y actúa como cads. El vínculo de los actores en pantalla resultó ser tan tangible que volvieron a formar equipo cuatro años después para La picadura, que obtuvo una nominación al Oscar por Reford y ganó el premio a Mejor Película.
7 La historia anti-occidental
William Goldman tuvo dificultades para comprar su Butch Cassidy guión alrededor de Hollywood porque su historia realista iba contra la corriente de tantos tropos occidentales. Cuando los héroes están en problemas, no lo enfrentan de frente como John Wayne o Gary Cooper; en cambio, huyen a través de la frontera. Y el término “héroes” se aplica libremente porque Butch y Sundance son famosos forajidos.
Pero estas subversiones de las expectativas del género occidental, particularmente en 1969 cuando la popularidad del género había alcanzado su punto máximo y los mitos blanqueados se estaban rompiendo, terminaron siendo el principal punto de venta de la película. Con sus héroes moralmente ambiguos y un final deprimente, Butch Cassidy y el Sundance Kid es el ejemplo perfecto de un anti-occidental. A diferencia del otro western importante de 1969, la imagen de John Wayne True Grit, Butch Cassidy no enalteció a sus héroes titulares que se entregan a la creación de mitos que tantos westerns estadounidenses habían hecho en el pasado. En cambio, se centró en las brutales realidades de una vida delictiva y expuso la corrupción de los funcionarios que buscan atrapar a la pareja.
6 La partitura contemporánea de los años 60 de Burt Bacharach
Burt Bacharach fue un elemento básico de la cultura de los 60 que fue elegido para un cameo en cada Austin Powers película. Su partitura musical ganadora del Oscar por Butch Cassidy y el Sundance Kid es parte de lo que hace que la película sea una instantánea por excelencia del cine de Hollywood de finales de los sesenta.
En lugar de utilizar orquestaciones operísticas para imitar la música occidental de compositores como Morricone y Bacalov, Bacharach optó por un estilo más contemporáneo que se emparejó con el uso de actitudes sociales modernas en la película. En la canción ahora clásica de la película “Raindrops Keep Fallin ‘on My Head”, Bacharach creó una canción que era a la vez romántica y un poco deprimente. La canción sugirió que, si bien las pruebas de la vida pueden abrumar a Butch, no le impide vivir o tener un romance con Etta Place.
5 El humor poco convencional
Muchos de los westerns revisionistas más aclamados son asuntos lúgubres y espeluznantes. Grupo salvaje, McCabe y la Sra. Miller, El gran silencio, Lo bueno, lo malo y lo feo son todas películas brillantes pero sombrías que se centran en la violencia y el derramamiento de sangre del oeste estadounidense para destruir cualquier noción romántica que la audiencia pueda tener sobre ese momento y lugar en particular de la historia.
Butch Cassidy y el Sundance Kid deconstruye los mismos tropos de género y ofrece los mismos antihéroes subversivos, pero con un sentido del humor poco convencional. El guión de William Goldman está lleno de momentos cómicos bien ubicados que Newman y Redford ofrecen de manera espectacular. Justo antes de que el dúo se involucre en un tiroteo, Butch confiesa que nunca le disparó a nadie y, con una sincronización cómica histérica, Sundance bromea: “Es un momento increíble para decirme, Butch …” Son momentos como estos los que ayudaron a Goldman a ganar la Academia. Premio al Mejor Guión Original de ese año.
4 El atractivo giro de Katharine Ross como Etta Place
Paul Newman y Robert Redford protagonizan Butch Cassidy y el Sundance Kid como los personajes del título, pero la película tiene un tercer protagonista igualmente aclamado en Katharine Ross. Ross ofrece una actuación atractiva como Etta Place, la amante de Sundance que se une a la pareja cuando huyen a Sudamérica.
Si bien las bromas de Butch y Sundance son el conflicto central de la película, Etta ofrece un gran contraste para ambos personajes. Ella le da a la película un centro moral que evita que la pareja, especialmente Butch, se entregue a sus tendencias autodestructivas. Una vez que regresa a Estados Unidos, sin embargo, la falta de sensibilidad y decencia de Etta hacen que los héroes tomen malas decisiones que eventualmente conducen a su desaparición al final de la película.
3 El agudo diálogo de William Goldman
El diálogo bien escrito envejece como un buen vino. El diálogo en los viejos westerns tiende a ser rígido e inaccesible, con clichés como “No quiero problemas” y “dirígelos al paso”. La forma anticuada en que los personajes hablan en algunos de los mejores westerns de los años 50 y 60 puede resultar alienante para el público moderno.
Pero el diálogo agudo en William Goldman Butch Cassidy y el Sundance Kid El guión, en particular la disputa entre Butch y Sundance, podría haberse escrito hoy. La conversación ágil del dúo sobre si saltar de un acantilado a un río es un buen ejemplo. Parte de la razón por la que el diálogo de la película ha envejecido bien es que Hollywood lo ha imitado desde el lanzamiento de la película. Películas como Arma letal y prácticamente todas las películas de policías amigos han intentado, y en su mayoría han fracasado, imitar los intercambios verbales casuales de ida y vuelta que hicieron Butch Cassidy tan atractivo.
2 El final agridulce
La escena final de Butch Cassidy y el Sundance Kid es uno de los finales ambiguos más emblemáticos de la historia del cine. Rodeados de policías locales y del ejército boliviano, Butch y Sundance se mantienen optimistas ante una fatalidad segura, seguros de que podrán escapar a Australia. Cuando salen corriendo con las armas amartilladas y listas para disparar, Hill congela el encuadre sobre los sonidos de las tropas bolivianas abriendo fuego, sellando el trágico destino del dúo.
El optimismo de ojos brillantes de la última resistencia de Butch y Sundance frente a probabilidades insuperables hace que este final despiadado, doloroso e inevitable sea sorprendentemente inspirador. Este puede ser su momento final, pero el dúo saldrá de la forma en que vivieron sus vidas adultas: de pie con las armas encendidas.
1 Impresionante fotografía de paisajes de Conrad Hall
Conrad Hall, el director de fotografía detrás de clásicos como Mano fría Luke y En sangre fria, sin mencionar a sus compañeros occidentales Los profesionales, ganó un premio de la Academia muy merecido por su impresionante trabajo en Butch Cassidy y el Sundance Kid.
El director George Roy Hill hizo todo lo posible para llevar a su elenco y equipo a lugares reales para poder filmar libremente. En secuencias como la súper pandilla que persigue a Butch y Sundance a través de las montañas, Hall captura impresionantes tomas amplias de paisajes en la implacable naturaleza salvaje. Estas tomas no solo fueron hermosas a la vista, sino que fueron clave para enmarcar al dúo titular, cuya grandiosidad y egos ligeramente inflados se vieron disminuidos por el gran tamaño y el espectáculo de los lugares en los que viajaban.