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Cáceres, el lugar que deslumbró a Unamuno

Unamuno fue un gran viajero, recorrió casi toda España. Pero al escritor y filósofo vasco siempre le deslumbró la naturaleza extremeña y, en especial, la de Cáceres.

“Donde en estas mesetas se yergue una sierra, tened por seguro que en el seno de ella se esconden valles que superan en verdor, en frescor y en hermosura a los más celebrados del litoral cantábrico”, escribió en 1885.

Y con razón… Cáceres es un prodigio de la naturaleza. Un lugar repleto de espacios reconocidos por la Unesco por su excepcional patrimonio natural. Desde Las Hurdes, que fascinaron el propio Unamuno, hasta la sierra de Gata, pasando por Tierras de Granadilla, Campo Arañuelo, el valle del Jerte o la caprichosa y pronunciada curva que el río Alagón forma en el meandro El Melero, muy cerca de Riomalo de Abajo, Cáceres desborda parajes excepcionales. Regala provincia de Cáceres. Los bonos turísticos se pueden adquirir hasta el 31 de mayo de 2021 y canjear hasta el 31 de diciembre de 2021.

En cualquier estación

Ahí están las cascadas heladas en invierno, el imponente espectáculo de los cerezos en flor en primavera, las refrescantes pozas naturales en verano y los bosques que en otoño se llenan de suculentas setas y de tonos amarillos, dorados, naranjas y rojos.

El meandro el Melero, cerca de Riomalo de Abajo.

Ahora que la pandemia nos hace privilegiar los espacios al aire libre, Cáceres se revela un lugar especial. Cuenta con numerosos espacios abiertos en los que disfrutar de su exuberante naturaleza. Empezando por la Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional, donde descubrir especies de fauna y flora poco comunes como la orquídea serapia verde, que florece solamente en Cáceres.

Siguiendo con la reserva de la Biosfera y Parque Nacional de Monfragüe, el mayor bosque mediterráneo del planeta, lleno de encinas, ciervos, jaras, águilas, fresnos y hasta de pinturas rupestres…

Aventura y rincones con historia

Y continuando con el Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, que en sus 2.544 km2 acoge algunas de las montañas más antiguas de Europa y es un recuerdo monumental de los tiempos en que, hace millones de años, los continentes estaban unidos. De hecho, el perfil y la configuración de este terreno son muy similares a los de los Montes Apalaches de Estados Unidos. Aquí, los más aventureros pueden coronar los 1.600 metros del Risco Villuercas y disfrutar de la asombrosa visión que hay desde allí. Y para los que prefieran la cultura, una joya: Guadalupe, cuyo impresionante monasterio es patrimonio de la Humanidad.

Real Monasterio Nuestra Señora de Guadalupe.

Por no hablar de los enclaves urbanos y los pueblos sin masificar, donde es fácil mantener la distancia social. Ahí está Plasencia, Villanueva de La Vera –declarada Conjunto Histórico por su arquitectura popular única– y, sobre todo, Trujillo y Cáceres, rebosantes de historia, de patrimonio cultural y de delicias gastronómicas.

Millones de espectadores ya contemplaron algunas de las muchas maravillas que encierra Cáceres en la serie de Juego de Tronos. Ahora se trata de convertir esa ficción en realidad.

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