En Girona se ha hecho muy larga la espera para llegar a los próximo partidos que tiene el conjunto gerundense en el calendario. Tras caer en los tres partidos de talla europea frente a Betis, Real Sociedad y Atlético de Madrid, se avecinan, a priori, dos encuentros más asequibles para los de Míchel.
La realidad es que el partido frente a los gaditanos puede ser una jugosa trampa para unos gerundenses que no pueden permitirse la derrota. Si el Cádiz ganara en Montilivi, a más de uno le correría el nerviosismo por sus carnes. Los de Sergio González empezaron la Liga siendo la cenicienta de la tabla y perdiendo los cinco primeros encuentros del campeonato. Sin embargo, y a partir de ahí, nadie ha sido capaz de superarle en los tres últimos choques ligueros. Victoria frente al Valladolid y dos empates frente al Villarreal y el Espanyol.
Así pues, Míchel deberá incidir en la mentalidad de cada uno de los jugadores para preparar la cita del sábado a las 14 horas, con la intención de continuar mostrando las buenas sensaciones, a pesar de las derrotas, y el nivel que les está dando para plantar cara a los primeros clasificados. De hecho, el técnico vallecano no sabe lo que es ganar al Cádiz como entrenador. Seis encuentros, de los cuales tres empates y tres derrotas.
El balance entre equipos engloba nueve encuentros con unas estadísticas muy igualadas. Cuatro victorias para cada equipo y un empate entre Primera, Segunda y el encuentro de tercera ronda de Copa del Rey que se llevaron los catalanes hace dos temporadas. Además, acompañando a Stuani como máximo goleadores del duelo aparecen Valery y Álex Fernández, este último portando el brazalete que otorga la capitanía del club andaluz. Todos ellos han sido anotadores en un total de dos ocasiones.
El Girona, pues, deberá preparar muy bien el encuentro para sentenciar de una vez por todas su racha de derrotas.