El calor va a ser el gran protagonista en la reanudación de la Liga. El aplazamiento como consecuencia de la pandemia ha obligado a disputar las once jornadas finales en pleno verano. Cuando el sol más castiga. El Athletic ha tenido hoy una prueba de lo que se encontrará cuando el balón ruede de forma oficial. La temperatura se ha disparado en Lezama por encima de los 30 grados.
Sudoración excesiva, botellines de agua, camisetas remangadas, pantalones cortos subidos… cualquier alivio era bienvenido en busca de obtener una sensación de refresco. Incluso valía con que el calor no fuera tan agobiante.
Garitano sigue con la puesta a punto, el balón gana protagonismo día a día. El Athletic continúa trabajando en dos grupos, como lo ha venido haciendo durante esta semana. Para la próxima, si todo marcha según el plan establecido, podrán comenzar las sesiones con la totalidad de la plantilla sobre el mismo terreno de juego.
Los leones han disputado partidos de fútbol-tenis y también han trabajado las acciones a balón parado, en la medida de lo posible ya que es complicado al no disponer de todas las piezas sobre el verde. La mañana ha deparado alguna acción curiosa, como la de ver a Gaizka Larrazabal de improvisado portero. Y no de forma testimonial. El extremo ha volado para desviar un lanzamiento, a mano cambiada, contra el larguero.
El Athletic volverá al tajo mañana y el sábado en Lezama y el domingo descansará. Al igual que el resto de conjuntos de Primera se encuentra a la espera del visto bueno para pasar a la siguiente fase a partir del lunes. El regreso a la normalidad está a la vuelta de la esquina.
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