El Atlético de Madrid se despedirá este fin de semana de la competición liguera y por ende de la temporada 22/23. Lo hará en una última salida del curso, ante el Villarreal, en el Estadio de La Cerámica.
El cuadro rojiblanco no se juega demasiado en esa cita, más allá de pelear la segunda plaza con el Real Madrid. Pero para eso necesita vencer su partido ante el cuadro castellonense y que el cuadro blanco pierda o empate ante el Athletic de Bilbao. Si no se dan las dos condiciones, imposible para los de Simeone.
Es importante desde el punto de vista económico -hay una diferencia en torno a los ocho millones de euros en los premios que da LaLiga-, y sobre todo en lo emocional -quedar por delante del gran rival-.
El caso es que LaLiga entiende que ninguno de los dos se juegan gran cosa, algo realmente importante como es Europa, descenso, etc. Por eso, el horario inicial de ambos partidos se ha cambiado.
La última jornada de la competición 22/23 se mantiene para el domingo 4 de junio, pero ya no se disputarán todos los encuentros a las 19:00 horas, tal y como estaba previsto en un principio por parte de LaLiga.
En este caso, como hay equipos que se juegan unos objetivos y otros que no, LaLiga ha decidido hacer dos franjas diferenciadas. La primera, que se disputará a las 18.30 horas, en la que el que jugarán el Atlético ante el Villarreal, además del Real Madrid contra el Athletic. Por supuesto, esos otros equipos que ya no se juegan nada más allá de poder cambiar su posición final. El Mallorca-Rayo, el Real Sociedad-Sevilla y el Osasuna-Girona, también se disputan en esa franja horaria.
Es decir, que en el caso del partido del Atlético de Madrid se adelanta media hora respecto al horario inicialmente previsto en La Cerámica.
LA EMOCIÓN, AL FINAL
En la segunda, los equipos que se juegan el descenso, que será a las 21.00 horas en todos sus partidos. Para esta franja están programados los partidos Betis-Valencia, Celta-Barcelona; Valladolid-Getafe; Elche-Cádiz y Espanyol-Almería.