Los Minnesota Timberwolves fueron incapaces de controlar a los Denver Nuggets, y en especial a Nikola Jokic, quien dio una paso más para convertirse en el MVP, el jugador más valioso de la temporada, al conseguir un nuevo doble-doble con 31 puntos y 14 rebotes.
La victoria ante los Timberwolves por 103-114 permite a los de Denver seguir con opciones de alcanzar el tercer puesto de la Conferencia Oeste, que actualmente ocupan los Los Angeles Clippers con 47 victorias, una más que los Nuggets.
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El novato de los Timberwolves, Anthony Edwards, también aprovechó el partido del jueves para cimentar su candidatura a “rookie” del año con 29 puntos en su haber, 7 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones. Edwards se ha convertido en el primer novato en la historia de los Wolves que anota más de 20 puntos en 34 partidos.
Mientras, en el duelo particular entre los bases de los dos equipos, Facundo Campazzo en los Nuggets y Ricky Rubio en los Timberwolves, terminó prácticamente en empate. Ambos jugadores anotaron 6 puntos. Y mientras que el base español se hizo con 4 rebotes por 2 del argentino, Campazzo repartió 9 asistencias por 5 de Rubio.
Juancho Hernangómez, el ala-pívot español de los Wolves, tuvo otra noche discreta con 4 puntos y 3 rebotes tras 15 minutos de juego.
El partido se inició con Rubio y D’Angelo Russell en el quinteto titular de los Timberwolves mientras que el entrenador de los Nuggets, Michael Malone, decidió experimentar con un JaVale McGee en la alineación de partida junto a Jokic y al ala-pívot Aaron Gordon.
El resultado de tantos centímetros en la pista se vio rápidamente. En el primer cuarto, los Nuggets obtuvieron prácticamente el doble de rebotes que los Wolves (17 por 9). A un mayor control bajo los aros se unió la efectividad de Jokic, que terminó los primeros 12 minutos con 16 puntos.
Al final del primer cuarto, los Nuggets estaban ya 9
puntos por delante en el marcador, 26-35. En el segundo cuarto, Malone decidió dar un respiro a Jokic y sin el serbio en la pista, los Wolves fueron capaces de equilibrar un poco los números.
D’Angelo Russell entró en funcionamiento y anotó 12 puntos para los Wolves. Aun así, al llegar al descanso, los Nuggets habían ampliado su ventaja a 11 puntos, 52-63, con 18 puntos en la primera mitad para Jokic. Mientras, en los Timberwolves, el más efectivo en los primeros 24 minutos era Russell, con 15 puntos, seguido del pívot Karl-Anthony Towns (KAT), con 11.
Tras el descanso, empezó el festival de Edwards. El novato, que se ha convertido en una pieza fundamental para los Wolves, suele actuar por rachas, que normalmente empiezan en el tercer cuarto. Y ante los Nuggets, Edwards no defraudó.
El alero de 19 años anotó en el tercer cuarto 18 puntos, con 3 triples de 4 intentados, y empujó a su equipo hasta hacerles soñar con dar la vuelta al marcador. Edwards protagonizó un par de espectaculares mates que se han convertido en el sello de la casa y que le hacen uno de los jugadores más vistosos en estos momentos.
La actuación de Edwards en el tercer cuarto eclipsó la de Jokic, que hizo 10 puntos en esos 12 minutos, y permitió que los Timberwolves anotasen 37 puntos por 29 de los Nuggets en el periodo.
Once de los puntos de los Denver en el tercer cuarto los ejecutó el esloveno Vlatko Cancar. Cancar acabaría el partido con 14 puntos, el récord en su carrera en la NBA.
El último cuarto se inició con los Wolves a solo tres puntos, 89-92. Pero a los Wolves se les acabó el combustible. Solo tres jugadores de Minesota anotaron en los últimos 12 minutos. Edwards hizo 4 puntos; KAT se quedó en 3; y sólo el segundo pívot del equipo, Naz Reid, brilló con 7 puntos. El parcial de 14-22 fue más que definitivo.
En los Nuggets, Campazzo aprovechó la situación para anotar 4 puntos en el último cuarto, mientras que el suplente Markus Howard hizo otros 7. Al final, Jokic fue demasiado para los Timberwolves, que perdieron en casa ante un equipo que está a años luz tanto en juego como en experiencia.
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