Para hacer frente al aumento en la llegada de migrantes, el gobierno del presidente Donald Trump reasignó a inspectores de los cruces fronterizos con México en tal número que los camioneros esperan formados durante horas, y en ocasiones días, para pasar cargamentos hacia Estados Unidos.
Los transportistas duermen en sus vehículos para apartar su sitio en la fila de Ciudad Juárez, limítrofe con El Paso, Texas.
La ciudad llevó retretes portátiles, y una compañía de aceite para motores contrató modelos vestidas con prendas ceñidas para que les repartieran burritos y botellas de agua a los conductores inactivos.
“Ya ni mi familia me reconoce”, dijo Jaime Monroy, un camionero que vive en Ciudad Juárez, luego de pasar la noche en su cabina con un camión lleno de muebles de madera. “Me voy a las tres de la mañana y regreso a las 10 de la noche”.
Las esperas son un recordatorio de que a pesar de que el presidente Donald Trump dio marcha atrás a su amenaza de cerrar la frontera, el gobierno creó obstáculos significativos para los transportistas, viajeros y compradores con la reasignación de agentes aduaneros.
Los dirigentes empresariales empiezan a perder la paciencia debido a que tienen problemas para llevar productos a los supermercados, fábricas y sitios de construcción en Estados Unidos.
“Este es un problema de todo el sistema”, dijo Paola Ávila, presidenta de la Alianza para el Comercio Fronterizo, un grupo que aboga por un comercio transfronterizo.
A lo largo de la frontera de más de 2,000 millas, el tiempo de espera para cruzar ha aumentado. “No tiene ningún sentido redireccionar el comercio hacia otro sitio. No hay una solución. Todos están resintiendo esto”.
El congestionamiento se produce debido al creciente número de familias de Centroamérica que han llegado a la frontera en los últimos meses, abrumando al gobierno federal estadounidense.
Hasta el momento, el gobierno ha reasignado a 541 inspectores fronterizos a otras labores, como procesar migrantes, transportarlos y cuidar a aquellos que necesitan atención médica. De momento no se sabe cuándo regresarán a sus labores habituales.
Los inspectores fronterizos, que son capacitados para revisar a personas y cargamentos en busca de contrabando, ahora fungen como ayudantes de los agentes de la Patrulla Fronteriza, aprendiéndose el ingreso de datos para el papeleo de los solicitantes de asilo y trasladando a los migrantes a hospitales, albergues y centros de transporte.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza, que vigilan las zonas entre cruces, también están desempeñando labores para las cuales no fueron entrenados, como revisiones médicas para niños y familias que están en los campamentos de detención.
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