En su primer encuentro cara a cara, desde que Joe Biden llegó a la presidencia de EU, el mandatario estadounidense y su homólogo ruso, Vladimir Putin, centraron las conversaciones en temas como el control de armas y la ciberseguridad.
Asimismo, en un paso diplomático, acordaron devolver a sus respectivos embajadores.
Las discusiones de este miércoles en la Villa La Grange a orillas del lago en Ginebra, Suiza, duraron 2 horas y 38 minutos, menos de las cuatro horas que los asesores de Biden habían dicho que esperaban.
Putin, de 68 años, llamó a Biden, de 78, un socio constructivo y experimentado, y dijo que hablaban “el mismo idioma”, pero agregó que no había habido amistad, sino un diálogo pragmático sobre los intereses de sus dos países.
Tras el encuentro con sus respectivas delegaciones, cada líder ofreció una conferencia de prensa por separado. El gesto evidenció que no hubo nada de la jovialidad que acompañó a una reunión de 2018 en Helsinki entre Putin y el predecesor de Biden, Donald Trump, donde Putin le entregó a Trump un balón de fútbol.
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Tampoco hubo comida compartida ni se habló de invitaciones mutuas a Washington o Moscú.
Ciberseguridad fue un punto de acuerdo
El primero en salir a hablar con la prensa fue Putin. El dirigente ruso dijo que la reunión había sido constructiva, sin hostilidad, y había mostrado el deseo de los líderes de entenderse.
“En mi opinión, ambas partes demostraron un deseo de entenderse y buscar formas de acercar sus posiciones. La conversación fue muy constructiva”, aseguró Putin.
El líder ruso señaló que el tema de ciberseguridad fue un punto de acuerdo entre ambos. Informó que junto con Biden, acordaron comenzar consultas sobre un tema “extremadamente importante”.
“Fuentes estadounidenses dicen que la mayor cantidad de ciberataques en el mundo se llevan a cabo desde el ciberespacio estadounidense. En segundo lugar está Canadá, seguido por dos países latinoamericanos y luego Gran Bretaña. Rusia no está incluida en esta lista de países desde los que el ciberespacio se lleva a cabo el mayor número de ciberataques de diversa índole “, agregó.
Respecto al reciente ciberataque a Oleoducto Colonial, que entrega casi la mitad del diésel y la gasolina consumidos en la Costa Este, Putin cuestionó “¿qué tienen que ver los órganos estatales de Rusia con esto?”, pues él tenía entendido que parte del dinero ya ha sido devuelto por monederos electrónicos.
“Nos enfrentamos a las mismas amenazas, en particular, por ejemplo, en el sistema de salud de una de las grandes regiones de la Federación de Rusia”.
La agenda de EU no es contra Rusia
Minutos después, Biden encabezó su propia conferencia a medios. Aseguró que “no hay sustituto para el diálogo cara a cara”, y que le había dicho a Putin que su agenda “no era contra Rusia”, sino “para el pueblo estadounidense”.
“El presidente Putin y yo compartimos la responsabilidad única de gestionar la relación entre dos países poderosos y orgullosos. Una relación que tiene que ser estable y predecible. Y deberíamos poder cooperar donde sea de nuestro interés mutuo. Y donde tengamos diferencias, Quiero que el presidente Putin entienda por qué digo lo que digo y por qué hago lo que hago“, dijo.
También dijo que las discusiones habían dedicado mucho tiempo al control de armas y a los ataques cibernéticos. En respuesta a periodistas, Biden aseguró que señaló a Putin la gran capacidad cibernética que tiene EU y que si violan las normas básicas, no dudarán en responder.
“Creo que lo último que quiere ahora es una guerra fría”, aseguró el presidente estadounidense
Ambos hombres dijeron que Rusia y Estados Unidos compartían la responsabilidad de la estabilidad nuclear y que mantendrían conversaciones sobre posibles cambios a su tratado de limitación de armas New START recientemente extendido.
Sobre Alexei Navalny
Biden dijo que en su conversación con Putin planteó preocupaciones específicas de derechos humanos que tiene su administración, incluido el tratamiento del líder de la oposición rusa Alexei Navalny.
Sin embargo, Putin dijo que Navalny había ignorado la ley y sabía lo que sucedería si regresaba a Rusia desde Alemania, donde había recibido tratamiento por un intento dentro de Rusia de matarlo con veneno. También acusó a Kiev de violar los términos de un acuerdo de alto el fuego con los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania.
Un reportero de AP le preguntó a Biden cómo afectaría las relaciones entre Estados Unidos y Rusia si el líder de la oposición Alexei Navalny muriera en prisión. Putin se ha negado a garantizar la seguridad de Navalny en prisión.
“Le dejé claro que las consecuencias serían devastadoras para Rusia “, dijo Biden sobre la posible muerte de Navalny.
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