Será una invasión histórica, sin precedentes en la historia del Barça femenino. Un total de 35 autobuses y más de 2.000 aficionados culés ya están de camino a Turín (Italia) para animar al equipo de Jonatan Giráldez en la gran final de la Champions League femenina contra el Olympique Lyon este sábado (19 h./La 1, TV3 y DAZN). Todos ellos salieron por la tarde desde el Camp Nou (Barcelona) emocionados y con ganas de apoyar mañana sábado al equipo azulgrana. Y con buenos pronósticos.
Con un billetes a precios populares (de 59 a 69 euros), les esperaban 875 kilómetros por delante y más de 9 horas de trayecto pasando por Grenoble y cruzando la frontera entre Francia e Italia. A su llegada a la capital del Piamonte a primera hora de la mañana aprovecharán para hacer turismo y se reunirán con los demás seguidores blaugrana desplazados en avión o por carretera. El ambiente, muy juvenil y con mucha presencia femenina, es de fe en un equipo que ya dio la vuelta al mundo con los récords de asistencia en el Camp Nou ante el Real Madrid y el Wolfsburgo con más de 91.000 espectadores en el templo azulgrana.
Aproximadamente 15.000 culés viajarán hasta la ciudad italiana para acompañar al Barça femenino en una final en que las azulgrana defienden el trono logrado el año pasado en Göteborg a puerta cerrada por la pandemia ante un Chelsea que capituló sin remisión. La exhibición barcelonista, con Lluís Cortés en el banquillo, fue espectacular (4-0).
En la final de 2019, ganada por el Olympique Lyon, viajaron a Budapest (Hungría) unos 1.000 culés. Este sábado no tendrá nada que ver y no habrá color con una goleada blaugrana sobre la afición francesa, con solo 1.500 seguidores pese a estar a solo 312 km, apenas tres horas de coche. A las siete de la tarde empezará a rodar el balón pero el Barça jugará como en casa.