Por Diana Manzo
Matías Romero, Oax.- Están cansados y enfermos pero no se rinden. La caravana migrante avanza sin que nadie la detenga, inclusive la Guardia Nacional (GN) que intentó impedir su camino en el poblado Ventosa, sin embargo, siguieron su rumbo hasta llegar a Matías Romero, ubicado a 159 kilómetros de los Corazones, primer poblado que visitaron a su ingreso el pasado domingo a territorio oaxaqueño.
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Los migrantes provenientes de diversos países de Centroamérica, además de Haití y Venezuela, llevan siete días en Oaxaca donde se han enfrentado a la discriminación, lo cual dijeron, no les importa, ya que migrar es su única forma de sobrevivir ante la violencia, el hambre y el cambio climático del que huyen.
Un fogón de leña en pleno centro del parque municipal de Matias Romero es la señal que pronto habrá comida. Esta vez los hombres salieron a buscar alimento y lo preparan. Locatarios del mercado municipal les donaron unas cuantas piezas de pollo y res y también verduras, así prepararon una olla de caldo que disfrutaron para desayunar.
“Aquí todos somos uno mismo”, comentó Efraín mientras pela el chayote. “La necesidad es la misma, no hay dinero”, dijo Pablo que lava a detalle las piezas de pollo y res.
Todos se han organizado para llevar una caravana migrante cordial. Hay quienes se juntan para la comida, otros para el vestido y también para la limpieza.
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En un megáfono hablan del buen comportamiento y las reglas de higiene, y quien incumpla será remitido a la policía municipal.
También hay quienes por 10 pesos rentan el cable para la carga del celular, que se usan para las videollamadas, debido a que es la única forma de comunicarse con sus familiares que se quedaron en sus países.
“Lloramos porque extrañamos pero ya no podemos retroceder”, aseguró Gloria, una mujer hondureña que viaja con su hija de cinco años y un adolescente de 17 años. Ella huyó de su país porque los pandilleros querían llevarse a su hijo.
“Quiero que mi hijo estudie y vaya a la universidad, no quiero que termine asesinado o en la cárcel o que sea un sicario. Por eso vamos huyendo, porque quiero bienestar y tener una vida digna”, explicó la mujer mientras descansa en un pedazo de cartón en el piso.
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La autoridad local proporcionó agua y fumigó los espacios para darles una estancia segura, además hay vigilancia de parte de Protección Civil y Seguridad Municipal.
El organizador Irineo Mújica dijo que la caravana está muy cerca de llegar a Veracruz, donde un contingente mayor los espera.
“Nos quieren dar un trato indigno, cansarnos, siguen haciendo lo mismo que antes, violentando los derechos de los migrantes. Se llevan a algunos con engaños, pero llegan más, pues es que la situación migratoria no es por gusto, el gobierno debe entender que huyen por la violencia y por salvaguardarse”.
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Sin precisar hora, se espera que para mañana domingo, la caravana reanude su camino y llegue al primer municipio veracruzano, Sayula de Alemán.
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