En paralelo a su fulgurante despegue en la élite, Carlos Alcaraz va descubriendo sobre la marcha la capacidad de interpretar. Su tenis y su creatividad le empujan constantemente hacia adelante, a inventar, pero existen días en los que es necesario templar la mente y saber reducir la marcha para redirigir un día que sube y baja, o bien controlar una situación que se le puede ir de las manos o maniatar a un rival al que, de repente, le salen alas y aprieta por aquí y por allá.
Fue el caso este martes de Pierre-Hugues Herbert, el veterano francés (30 años) con el que le tocó bailar al murciano en su puesta de largo en París-Bercy, último Masters 1000 de la temporada. Con el buen regusto dejado la semana pasada en Viena, donde alcanzó las semifinales y cedió en un bonito tú a tú con Alexander Zverev, el español (18 y 35º en el ranking) se estrenó con buen pie en el torneo que precede al cierre definitivo del curso y resolvió: 6-7(4), 7-6(2) y 7-5 (en 2h 53m).
Por eso de jugar en casa, Herbert –contrastado doblista, un con un buen muestrario de argumentos en formato indoor– entendió que lo mejor era ir con todo a por el chico, sin corsé, no dejarle que cogiera vuelo. De ahí el abordaje, bola sí bola también. La determinación del rival, unida al factor del público, dibujó un complejo escenario para el español, acostumbrado a recibir carantoñas allá por donde pasa. Esta vez, sin embargo, la grada jaleó los puntos del local.
Herbert peloteó con pies de plomo (solo 16 errores, frente a 42) y Alcaraz terminó imponiendo su resolución (40 ganadores, por 19 del galo). Pese a que se enredó en el primer parcial, al desperdiciar un break, se enmendó con firmeza en la definición del segundo e igualmente en la del tercero, después de un intercambio de roturas y el inesperado empujón final de Herbert, ayudando con dos dobles faltas. De este modo, se enfrentará este miércoles a otro de los diamantes del circuito, el italiano Yannik Sinner, de 20 años y nueve del mundo.
España, cara a cara con EE UU en Praga
Por otra parte, Roberto Bautista fue eliminado en la ronda inicial por el británico James Duckworth (6-4, 5-7 y 7-6(4), en 2h35) y también cayó el malagueño Alejandro Davidovich, frente a Marin Cilic (6-3 y 6-4). También efectuó su puesta de largo el número uno, Novak Djokovic. Tras más de 50 días sin competir, desde que cayera contra el ruso Daniil Medvedev en la final del US Open, el rey actual del circuito reapareció contra Marton Fucsovics (6-2, 4-6 y 6-3) y se situó a solo tres triunfos de confirmar su número uno en el epílogo de temporada.
A mil kilómetros de París, este miércoles España se juega su continuidad en la Billie Jean King Cup que se disputa en Praga. El equipo capitaneado por Anabel Medina se adjudicó el lunes el punto de la serie frente a Eslovaquia (2-1), pero esta última se redimió veinticuatro horas después contra Estados Unidos. Karolina Kuzmova pudo en el primer duelo individual con Shelby Rogers (doble 6-4), pero Danielle Collins igualó en el segundo (6-3 y 6-2 a Anna Schmiedlova) y finalmente, el dobles compuesto por Kuzmova y Tereza Mihailikova prevaleció sobre Coco Vandeweghe y Caroline Dolehide (6-2, 6-7(5) y 12-10).
Por tanto, las opciones de clasificarse para España aumentan, siempre y cuando gane al menos uno de los tres pulsos de este miércoles (17.00, Teledeporte) contra Estados Unidos y se procure la mayor cifra de sets posible. Pese a que todo está por definirse aún, este martes Rusia lanzó una advertencia (3-0 a Canadá) y Suiza repitió ante Alemania (3-0). Asimismo, Australia se adueñó del choque con Bélgica (2-1).
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