Tras cinco temporadas en la F1, Carlos Sainz es visto ya como uno de los mejores pilotos de la parrilla. Así lo destacaron los principales especialistas y publicaciones de la F1 el pasado año tras una enorme campaña en la que terminó sexto, la guinda a una progresión llena de constancia y trabajo que ahora le hacen ser un piloto deseado por uno de los mejores equipos, Ferrari.
En sus inicios en Toro Rosso batalló de tú a tú con Verstappen, pero Red Bull apostó por el joven holandés en lugar del talento español. Aquello dolió a un Carlos que sabía que también merecía el puesto en 2016. Lideró entonces el conjunto B de la firma de bebidas energéticas con muy buenos resultados. Pero tras mucho reclamar un ascenso durante dos años y al ver que en Red Bull no estaban por la labor de dárselo, decidió apostar por sí mismo y marcharse a Renault. Su debut impresionó a todos con una séptima posición con los del rombo pese a no conocer el coche. Pero en la firma gala tampoco encontró el apoyo y confianza necesarios y el año pasado hizo las maletas hacia Woking para obtener en McLaren aquello que quería: una fábrica que le diera el protagonismo que buscaba.
Asumió el reto de liderar un proyecto de una escudería histórica en horas bajas que quiere volver a ganar en unos años. Y su pilotaje y la gran mejora de su MCL34 respecto a sus predecesores formaron un cóctel perfecto para que Carlos destacara. El podio en Brasil no fue más que un premio a su incesante trabajo, y ahora, todos le ven de forma distinta.
“No sé cómo me percibe la gente. Tengo la misma ilusión, ganas y trabajo que antes del primer podio. Mi confianza sin el podio sería la misma porque el año pasado fue muy bueno. La percepción, no lo sé, pregúntales a los demás equipos o a la gente de mi equipo cómo me percibe. Hasta que no gane una carrera o un Mundial no me voy a conformar”, decía hace poco en un evento de Estrella Galicia 0,0 el madrileño.
Decía que no lo sabía, pero sí es consciente de que cada vez tiene más ojos pendientes en su labor. Especialmente, desde Maranello, donde siguen sonando con fuerza su nombre y el de Ricciardo para relevar a un Vettel que habría recibido su oferta de renovación a la baja
por sus dos últimas malas campañas.
‘Seb’, la llave de Maranello
“Es agradable escuchar que en Italia hablen de mí y Ferrari, pero lo veo como un cumplido. Estoy muy contento en McLaren, estoy muy feliz con este proyecto y con la estabilidad que tengo, con el equipo que tengo y el proyecto de futuro que veo”, decía a ‘Sky Italia’ en los pasados test de Barcelona. Y es que Carlos ha encontrado en McLaren la familia que tanto buscaba. ¿Por qué cambiar? Aunque el rojo siempre es una tentación para cualquiera y al menos por el momento sea un color que le permitiría luchar por podios más a corto plazo. Sin embargo, Carlos espera que en los próximos cursos la escudería inglesa siga con su progresión y pueda luchar por ganar en unas campañas, y en eso se centra para no pensar en nada más.
“No me importa si Vettel genera otros movimientos. Me siento parte del proyecto de McLaren. Estoy centrado en mejorar con ellos”, aseguró hace semanas Carlos sobre los rumores que le sitúan en Ferrari, fiel a su actual escudería. “Mi futuro a medio/largo plazo no lo veo en otro sitio que no sea McLaren”, añadía, desvelando que ya está “en medio de unas primeras conversaciones” para renovar su contrato.
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