“Carlos Xavier, le llamo desde Donostia”.“Egun on!”, responde, sonriente, un futbolista que en tres temporadas quedó cautivado por la ciudad. Con el ‘10’ a la espalda, Carlos Xavier (Maputo, 57 años) encandiló con su talento a la afición txuri urdin y formó una dupla fantástica con Océano. Desde Lisboa, rememora días felices y disfruta con una Real a la que espera ver levantar un título pronto.
¿Cómo le va la vida?
Estoy en Lisboa, como comentarista de la cadena Sporting TV. Y también colaboro con una empresa holandesa de futbolistas, viendo jugadores, contactando con clubs… Hace tres años estuve en Donosti y tuve un pequeña reunión con Loren, muy rápida, para ver si necesitaba algún jugador, pero no concretamos nada. Me gustaría ser director deportivo.
¿Cómo fue la visita a la ciudad?
Regresé a sitios a los que tenía costumbre de ir y la gente me mostró mucho cariño. Fue increíble.
Estuvo tres temporadas en la Real. ¿Qué recuerdos guarda?
Fíjate, como estamos en casa todo el día, estoy aprovechando para hacer limpieza y ordenar cosas. El otro día estuve organizando los recortes que tengo de revistas, entrevistas, periódicos. Ya he completado dos álbumes de Donosti y de la Real. Me emocioné un montón. Son recuerdos maravillosos.
Sin fútbol en directo, es el momento de ver partidos antiguos. ¿Cuál es su favorito de aquella época?
Me gustaría conseguir la cinta de uno que recuerdo mucho. Fue en Anoeta contra el Atlético. Ganamos 2-1 (goles de Kodro) y visto con el tiempo, creo que es una de mis mejores actuaciones. Me acuerdo también de partidos contra el Real Madrid, el Valencia, los derbis… Pero en mi memoria está ese partido contra el Atlético. Me encantaría tenerlo.
Formaba una pareja fantástica con Océano.
Océano era buenísimo.
¿Mantiene el contacto con él?
No mucho porque pasa mucho tiempo fuera. Está entrenando como ayudante de Carlos Queiroz. Dirigieron a la selección de Irán y ahora están en Colombia. Pero cuando viene aquí a Lisboa hablamos mucho.
¿Sigue de cerca a la Real?
Siempre, siempre. Veo los partidos en directo, pongo cosas en Facebook… Me emociona mucho ver jugar a esta Real. Imanol está haciendo un trabajo tremendo.
Coincidió con él en el equipo. ¿Intuía que acabaría siendo entrenador?
Estuve tres años con él y todavía estaba empezando su carrera. No sabía que quería ser entrenador. El trabajo que está haciendo y el que hizo con los chavales en el Sanse es muy bueno.
¿A qué jugador de la Real ficharía para su equipo?
Odegaard es un jugadorazo. Pero todo el equipo está funcionando perfectamente. Oyarzabal, Isak, el centro del campo… La defensa es muy sólida, el fichaje de Monreal me parece tremendo. El equipo es muy compacto. Por cierto…
Dígame.
Yo voy a ver la final. Seguramente. Ya hablé con gente del club, quiero ir con mi hijo para recordar buenos tiempos. Esperemos que pueda jugarse, las cosas no están fáciles
¿Ve a la Real campeona?
En este momento, viendo a los dos equipos, la Real es, no digo muy superior, pero para mí está por delante del Athletic. Tiene más juego, más calidad y llega al área con más claridad. Es un equipo muy completo.
Volviendo a Odegaard, ¿se le podría comparar a usted por estilo de juego?
Me han dicho que por allí me comparan un poco. La verdad, me alegro, porque tiene mucha calidad.
¿Se ha perdido un poco de fantasía en el fútbol actual?
Está todo mucho más robotizado. Toca, toca, aquí, allá… Hay contados jugadores que mantienen el balón más tiempo, muy pocos. Pero también es un fútbol atractivo. El fútbol es simple y además el balón nunca se cansa, hay que tocarla rápido y con precisión. Es un fútbol distinto.
¿Qué le parece el nuevo Anoeta?
Espectacular. A mí me encantaba jugar en Atotxa porque tenía a la gente encima y así lo sientes más, juegas con más intensidad. En Anoeta la gente estaba muy lejos, pero ahora… Uno de los motivos por los que la Real está jugando tan bien es porque tiene el público a su lado. Es muy importante.
Carlos Xavier está pasando el confinamiento en Lisboa. “La situación está como en todos los sitios. Estamos en casa, con la tranquilidad necesaria. Nos enfrentamos a una guerra y sólo venceremos todos juntos, luchando mucho y haciendo lo que nos pide. Estamos separados pero tenemos que jugar en equipo. No podemos estar juntos pero estamos en contacto, por Internet, por WhattsApp; cada uno en su casa pero todos juntos.
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