Carrasco adelantó al Atlético de Madrid justo antes del descanso. Se aprovechó de un error de Piqué, Correa le robó el balón y le puso un pase en profundidad para que después Ter Stegen que salió muy lejos de su portería volviese a errar. Cuando parecía que iba a despejar el balón, el belga logró regatear al cancerbero y marcó a puerta vacía. Un premio a su gran trabajo durante toda la primera mitad, y es que había sido el protagonista mucho antes….
La alineación que el Atlético de Madrid sacó ante el Barcelona era la que se había trabajado en los días previos y era al que todo el mundo esperaba, pero Diego Pablo Simeone se guardaba una sorpresa. Colocó a Yannick Ferreira Carrasco de lateral. Sí de lateral.
El técnico argentino preparó un plan con un sistema mixto en el que en defensa su equipo jugaba con un 5-3-2. Los tres centrales eran Savic, Giménez y Hermoso. Las bandas las ocuparon Trippier y Carrasco. Con un centro del campo formado por Llorente, Saúl y Koke con Correa y Joao Félix en ataque con mucha movilidad.
De este modo, Carrasco tuvo un bonito duelo con Dembelé. La velocidad del galo provocó que el belga se emplease a fondo. Hasta el punto que justo antes del descanso estuvo a punto de dañar al ‘11’ azulgrana. Trinçao llegó a calentar pero finalmente se quedó en el banquillo.
Mientras que en ataque se convirtió en un extremo más. Por la banda originó algunas jugadas de peligro para los colchoneros en especial una de Saúl que detuvo Ter Stegen en los primeros compases de juego. Y ya al borde del final de la primera parte llegó el gol que puso en ventaja al Atlético de Madrid.
Su protagonismo en la segunda parte fue bajando pero por el buen nivel del Atlético de Madrid. Siguió haciendo mucho daño arriba. Incluso tuvo dos buenas ocasiones de gol. Una internada por la banda en la que en lugar de centrar, decidió tirar cuando ya estaba en el área. La segunda en un rechace tras un saque de esquina que le llegó, lo controló y empalmó una volea que se marchó muy alto.
En los últimos minutos dejó su hueco en el campo a Felipe. Eran minutos de aguantar el resultado y Simeone tenía claro que el camino era introducir un central más en el campo. Con cuatro acabaron los colchoneros el partido.
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