Temporada importante para uno de los jugadores más vitales del Atlético de Madrid. Hablamos de Yannick Carrasco. Como sucedió en la campaña del título de LaLiga, el belga tendrá que ser uno de los jugadores diferenciales del cuadro colchonero.
Carrasco regresará al trabajo con la mejor noticia posible bajo el brazo, puesto que el pasado día 2 fue padre por primera vez junto a su pareja, Noemie Happart. Ambos compartieron la primera imagen de su hijo, Naël.
“Cualquier amor sembrado, tarde o temprano, florecerá. Haces que nuestro mundo sea tan maravilloso, bienvenido a casa pequeño príncipe de nuestras vidas”, escribió la que en su día fuese Miss Bélgica, la mujer a la que Carrasco estampó un beso el marcar el empate en la final de la Liga de Campeones de Milán ante el Real Madrid.
Varios compañeros del Atlético, jugadores y del cuerpo técnico, respondieron a la publicación. Una felicidad que se une a la noticia de hace también relativamente poco, en la que ambos se volvieron a casar. Ya lo habían hecho hace unos años, pero durante un tiempo separaron sus caminos.
Ahora, el atacante del Atlético vuelve al trabajo en el mejor estado anímico y mental posible, para recuperar su mejor nivel, para impresionar en año de Mundial. Todo en medio de esos rumores que le apuntaban como una posible solución a lo problemas económicos del equipo, como una vía para recaudar los 40 millones de euros que hacían falta para cumplir las normas de LaLiga.
Varios equipos de la Premier League se han interesado por él pero ninguna ha terminado de formular una oferta concreta. Mientras que el deseo del jugador es continuar. En el pasado mercado de invierno pudo haberse marchado al Newcastle y no lo hizo por lealtad al Atlético, pero también porque se le prometió una mejora salarial. De momento, hay tranquilidad sobre su futuro, pero a nadie se le escapa, a Simeone menos, que es un jugador como pocos en Europa, con una cláusula fuera de su nivel -60 millones de euros nada más-.