El rechazo del Congreso a las enmiendas de totalidad colocan a los Presupuestos Generales de 2021 ante un escenario que no se había dado en los dos últimos ejercicios por el bloqueo político que impidió renovar las cuentas del Estado. “Entre avanzar o quedarnos como estamos, el Congreso da un paso y decide avanzar. Con ello, España dice adiós por fin al pasado y abre la puerta definitivamente a un futuro de estabilidad y de progreso”, ha dicho este viernes en Pamplona el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ha destacado que, más allá de “intereses partidistas”, “cortoplacismos” y “enfrentamientos estériles”, los nuevos Presupuestos permitirán a su Ejecutivo acometer “el mayor nivel de inversión social de la historia democrática de España”.
El presidente ha confiado en que, una vez salvado el primer examen de las enmiendas a la totalidad, la tramitación parlamentaria haga posible aprobar las cuentas públicas “antes de finalizar este año” y su ejecución arranque cuanto antes “una movilización de recursos económicos sin precedentes” para abordar un “gigantesco proceso de recuperación, transformación y resiliencia de la economía” nacional. Sánchez no ha hecho ninguna alusión a las críticas recibidas, incluso en el seno de su partido, por el apoyo dado por Bildu a las cuentas. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, uno de los pesos pesados del PSOE, ha reaccionado con dureza ante este hecho: “No tiene un pase”, ha dicho el dirigente socialista.
Sánchez no ha querido entrar en esta polémica durante su intervención en un acto en el Palacio de Congresos Baluarte ante la presidenta foral, la socialista María Chivite, miembros de su gabinete y otras autoridades. Ha incidido en la relevancia que tendrá renovar los Presupuestos Generales del Estado, que incluyen partidas por 27.000 millones de euros procedentes del plan europeo Next Generation, cuyo montante total para España se eleva a 140.000 millones en los próximos años, además de otros 80.000 millones de los fondos estructurales y por la política agraria comunitaria hasta 2027.
Para esquivar las discrepancias que en su Ejecutivo han causado las preferencias de Podemos para recibir la ayuda de los soberanistas vascos frente a Ciudadanos, Sánchez ha centrado su discurso en poner en valor las mejoras sociales y económicas que traerá la aprobación de las cuentas públicas y anunciar, por ejemplo, la convocatoria de 10.001 plazas de MIR, enfermería y farmacia en marzo de 2021. El presidente también ha destacado que el Gobierno impulsará proyectos dirigidos a crear “una España verde, digital, sin brechas de género y con más cohesión social y territorial”. Entre sus promesas, ha citado una inyección de 4.900 millones para educación, otros 6.482 millones para políticas activas de empleo, la creación de 800.000 puestos de trabajo en tres años, lograr que en 2030 circulen cinco millones de vehículos eléctricos (se desplegarán 100.000 puntos de recarga desde los 4.500 actuales) y que el 75% de la población disponga de cobertura 5G.
El presidente ha sido recibido con abucheos cuando ha accedido a la sede del Gobierno de Navarra, ante la que se había congregado un grupo de profesionales de la hostelería que protestaban por el cierre decretado por el Ejecutivo de Chivite. En los aledaños se apostaban varias personas con una bandera española y un pequeño cartel en el que se podía leer: Sánchez traidor, Gobierno dimisión, en protesta por el apoyo de Bildu a los Presupuestos del Gobierno.
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