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Casemiro, el futbolista que lo hace todo


Casemiro vio repetido el Real Madrid-Levante dos veces. Normalmente, repasa los partidos una vez, pero esa derrota (1-2) en el Di Stéfano tuvo una particularidad que le añadía interés: jugó casi 90 minutos como central al lado de Varane. Así que revisó doblemente su desempeño en el campo.

El árbitro expulsó a Militão en el minuto 8 y Bettoni, al frente ese día por el coronavirus de Zidane, mandó prepararse a Víctor Chust, de 20 años, el único central en el banquillo. Sin embargo, Zizou, por teléfono desde su casa, le mandó parar. “Mi reacción fue meter un central, pero con la cabeza fría decidimos que era mejor retrasar a Casemiro, y hacer doble pivote con Kroos y Modric”, explicó luego Bettoni.

Mantiene su obsesión por estudiar el juego: repasó dos veces el partido que jugó de central contra el Levante

El mediocentro brasileño, que este martes cumplió 29 años, es el hombre para todo de Zidane. Sobre todo en esta época de escasez aguda de efectivos. Casemiro hace de Casemiro en el medio; de Ramos en la defensa y de Benzema en ataque. A veces, todo en el mismo partido. Como el sábado contra el Valladolid: empezó de mediocentro, marcó el gol de la victoria (0-1) y terminó como central, entre Varane y Nacho, el mismo lugar donde había acabado en Huesca. Aquella tarde en El Alcoraz, con 1-1, Zidane formó una defensa de tres para buscar la victoria atacando por las bandas con Marvin y Marcelo. Ya sea por la emergencia de una roja, para lanzarse al ataque o para proteger un resultado, Casemiro siempre aparece para equilibrar los planes del técnico. Esencial como un estibador, porque algunos de esos ajustes se ejecutan sin mucho trabajo de campo previo en Valdebebas, como explicó el francés después de jugar con tres centrales contra el Getafe. “No pudimos preparar mucho el nuevo dibujo. Los jugadores interpretaron bien lo que había que hacer”, dijo.

Esa tarde Casemiro jugó en su sitio, pero llegaba con los deberes hechos tras repasar dos veces el partido del Levante y una el del Huesca encerrado en su cámara hiperbárica. Allí se somete a estancias de una hora con oxígeno puro al 100% y presiones que pueden triplicar la normal de la atmósfera, lo que aumenta la cantidad de oxígeno que puede transportar la sangre. Aparte de en sus propios movimientos, cuando se trata de estudiar defensas se fija en los de Ramos y Varane. Además, según su gente cercana, le gusta especialmente el juego de centrales del Manchester City de Guardiola, su salida de balón, su despliegue táctico.

Casemiro ha dicho a menudo que no planea ser en entrenador cuando se retire, pero una fuente que lo trata y observa de manera habitual cree que el banquillo es cada vez un destino más inevitable para él. “Siempre dice que quiere aportar inteligencia al campo; inteligencia táctica, y no solo pie”, cuenta esta fuente. “Admira mucho a Xabi Alonso, dice que es el más listo en lo táctico”.

Casemiro pidió que le estamparan camisetas con el meme: “2/3 de la Tierra están cubiertas por agua; el otro 1/3 está cubierto por Casemiro”

Como le contó a Valdano en una entrevista, Casemiro llegó a su puesto de mediocentro defensivo esquivando la competencia. Con 11 o 12 años se había apuntado como delantero a una prueba para entrar en el São Paulo, pero aquello estaba repleto de goleadores, mientras que había pocos mediocentros. Así que se hizo pasar por uno, pese a lo que decían su historial y su formulario.

Desde esa posición central parece dispuesto a extender sus dominios. Hace no mucho descubrió un meme con el que encargó que le estamparan camisetas: “2/3 of the Earth is covered by water; the other 1/3 is covered by Casemiro [dos tercios de la Tierra están cubiertos por agua; el otro tercio está cubierto por Casemiro]”.

Sus números de este año dibujan de nuevo ese escenario en expansión. Es el cuarto futbolista más utilizado por Zidane, y si juega al menos media hora contra el Atalanta este miércoles adelantará a Benzema en el tercer puesto, por detrás de Courtois y Varane.

Es el futbolista del Madrid que más balones recupera en todas las competiciones (190), por delante de Modric (169), Varane (138) y Kroos (134), y ese dato le coloca en el cuarto puesto de todos los jugadores de la Liga, por detrás de Mikel Merino (207), Jordi Alba (192) y Frenkie de Jong (191), según datos de Opta.

Hasta aquí, lo acostumbrado en las últimas temporadas de Casemiro, barrendero de lujo del centro del campo a la altura del meme de las camisetas que encargó y uno de los pocos que esquiva las lesiones: solo el coronavirus lo dejó fuera en dos encuentros.

Pero además este curso se mueve más cerca del gol que nunca: lleva seis tantos y dos asistencias. Interviene de manera directa en un gol cada 294 minutos, su mejor registro, por delante del de la temporada 2016-17, cuando marcó seis veces y dio cuatro asistencias (una intervención cada 313 minutos); o de la pasada, una cada 408 minutos. Casemiro es el segundo máximo goleador del equipo por detrás de Benzema, que lleva 17, y por delante de Modric (4) y Vinicius (3).

Sin el francés en la delantera y sin Ramos para ordenar el conjunto y rematar de cabeza, Casemiro extiende su zona de influencia con la misma hambre que empezó a cultivar cuando el Madrid lo envió cedido al Oporto la temporada 2014-15 y sintió que se le escapaba el sueño blanco. Desde ahí ha exhibido una voracidad que coloniza todo el campo y llevó a Simeone a pedirle tregua en el descanso de un partido de Champions. “¿Por qué no paras un poquito de correr, que me estás jodiendo?”, le dijo el técnico. “No puedo”, contestó Casemiro.


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