Ya hay fecha para el lanzamiento al espacio del primer nanosatélite catalán. El próximo 20 de marzo a las 7.07 (hora peninsular española) despegará un cohete desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, que pondrá en órbita el primer nanosatélite fabricado en el marco de la estrategia New Space que ha impulsado el Govern con un presupuesto de 18 millones de euros para cuatro años. Este primer lanzamiento mejorará la conectividad en el territorio catalán, mientras que el siguiente nanosatélite (previsto para finales de este año o principios del siguiente) servirá para la observación de la Tierra y la lucha contra el cambio climático.
Consciente de las críticas que ha despertado este programa espacial por el dispendio que supone en tiempos de crisis, el consejero de Políticas Digitales Jordi Puigneró ha intentado defender la iniciativa. “Algunos se pueden preguntar si en un contexto de pandemia es necesario que el Govern se dedique a lanzar nanosatélites. La respuesta es que sí, tenemos que hacerlo porque necesitamos transformar la economía del país. También nos dicen que con este dinero se podrían dar no sé cuántas becas-comedor, pero lo que tenemos que trabajar es en generar riqueza para no tener que dar tantas”, ha afirmado el consejero Puigneró, en una conferencia de prensa. “Ya hace algunos años que algunos países están apostando fuerte por la nueva economía del espacio, y Cataluña no puede quedar al margen, tenemos que ser pioneros en esto”, ha destacado Puigneró.
La Generalitat calcula que el desarrollo de esta economía generará 1.200 nuevos puestos de trabajo y una facturación próxima a los 300 millones de euros hasta 2025. La estrategia New Space fue presentada el pasado mes de octubre y prevé lanzar hasta seis satélites en los próximos cuatro años. Cataluña cuenta ya con 30 empresas del sector de la industria espacial, y con esta estrategia pretende doblar esta cifra.
En el acto se han dado a conocer las dos empresas a las que se ha adjudicado la fabricación de los dos primeros artefactos, y se ha formalizado la firma de los contratos. El primero, que se lanzará en marzo, lo fabricará la compañía Sateliot, y el segundo irá a cargo de Open Cosmos, ambas empresas catalanas. Los nanosatélites son aparatos algo más grandes que una caja de zapatos, que orbitan a una distancia de 520 kilómetros de la Tierra (los satélites habituales están a 36.000 kilómetros) y generan menos costes. Esta industria está en auge por la llegada de la conectividad 5G y el despliegue del llamado internet de las cosas, que necesitará que decenas de miles de estos artefactos estén dando vueltas alrededor de la tierra para que los dispositivos permanezcan conectados.
El primer proyecto, el que Sateliot se ha adjudicado por 574.000 euros, servirá justamente a este fin: dará conectividad al internet de las cosas y al 5G, y permitirá la conexión con sensores hasta en los lugares de más difícil acceso por la vía terrestre. El Govern pretende usar este satélite para, entre otras cosas, el monitoraje de los cauces de los ríos, de la fauna salvaje, la recepción de datos meteorológicos, el seguimiento del ganado o de la agricultura.
El segundo nanosatélite, que se lanzará a finales de este año o principios del siguiente, lo fabricará Open Cosmos (con una inversión de 1,7 millones) y servirá para la observación de la Tierra desde el espacio, con el objetivo de obtener datos para la lucha contra el cambio climático.
Si Cataluña quiere tener una NASA, también tiene que tener un Houston. En este caso, los aparatos estarán monitorizados desde el Parque Astronómico del Montsec, en la comarca del Pallars Jussà (Lleida). El nombre de los dos nanosatélites los decidirán los niños y niñas a través de un concurso del programa InfoK de TV3.
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