Ferrari se presentaba como gran favorito para hacerse con la pole en el GP de Alemania de F1. Sobre todo, Charles
Leclerc, que se había mostrado intratable en la jornada del viernes y en los terceros libres, antes de la ‘qualy’. Cuesta recordar un fin de semana en el que los Mercedes parecieran ir tan perdidos ante los coches italianos. Y pese a ello, la batalla entre ambos se antojaba electrizante. No obstante, en Ferrari volvieron a hundirse antes de llegar a puerto para iniciar la gran batalla. Se esperaba una carrera intensa entre los dos grandes dominadores del campeonato. Otra cita llena de emoción, adelantamientos y tensión como la vivida en Silverstone. Pero un día antes del esperado ‘show’, el conjunto italiano se encargó de dejar todo eso en nada al sufrir problemas en ambos coches, entregando la pole en bandeja a Lewis Hamilton ante Verstappen (2º) y Bottas (3º).
Primero le tocó a Vettel, que vio como su coche se quedaba sin potencia en plena Q1, relegándole a la última plaza de la parrilla de salida de este domingo. Y luego, la gran baza ferrarista, ‘Il Principino’, veía como su coche no le daba la opción de conquistar su tercera pole del curso y confirmar su dominio en Hockenheim por más problemas que le impidieron salir a realizar un crono en Q3. Otro fallo más que deja con la miel en los labios a Charles y que le hará salir desde la décima posición. Otra vez, por su coche y su equipo. En Bahrein, un problema de motor le privó del triunfo a falta de 10 giros. Y en Austria, una peor estrategia con mayor degradación de neumáticos al final le dejó sin la victoria a dos vueltas para el final. A la tercera va la vencida, debía pensar Charles antes de ir a por su crono final este sábado. Pero todo se diluyó en un instante al detectar un fallo en su monoplaza, cuando era el principal candidato a hacerse con la primera plaza.
Nada de suerte, todo es trabajo
Dicha sucesión de errores en la escudería de Maranello hace que lo sucedido este sábado, por muy amargo que haya sido para Leclerc, no se pueda llamar mala suerte. Es cuestión de trabajo y eficiencia. Y es que sus grandes rivales, los dominadores del Mundial, no solo son rápidos, también son fiables y no suelen fallar en estrategia. Es un deporte de equipo aunque solo sean dos personas las que piloten. Y eso Mercedes lo entiende mejor que nadie. Y así, Hamilton sumó otra pole más, la 87ª de su carrera, cuarta para él en 2019, lo que le deja muy de cara el poder seguir ampliando su ventaja en el Mundial (actualmente de 39 puntos) con un Bottas (3º) que volvió a mostrarse por debajo del nivel de su compañero. El finlandés no pudo tampoco imponerse a Max Verstappen (2º) pese a que el holandés no las tenía todas consigo tras sufrir en Q2 por falta de potencia.
Así, el holandés será la principal preocupación para Hamilton y Mercedes, sobre todo, después de sus últimas grandes actuaciones y su buen rendimiento de los domingos.
Sainz, excelente
Carlos Sainz iniciaba el fin de semana preocupado por las evoluciones que habían traído muchos de los rivales de McLaren a Hockenheim. Racing Point, Haas y Alfa Romeo parecían haber dado un paso al frente e incluso alguno de ellos había “asustado” al madrileño. Ello, sumado a que uno de los puntos débiles del coche inglés está en su rendimiento a una vuelta en clasificación, dejaba un panorama complicado para él incluso para entrar en Q3. Pero de nuevo, Sainz, exhibiendo una de sus grandes cualidades, la de la consistencia, volvió a sorprender a todos sus oponentes conquistando la séptima plaza final. Mientras, sus rivales fallaban. Magnussen naufragaba pilotando el único Haas que llegaba con novedades, un coche que era claramente para entrar en Q3 y que solo pudo llevar a la 12ª plaza. Stroll volvía a sonrojarse pudiendo ser solo 15º con un coche con el que Pérez fue octavo. Y en este contexto, gracias a que McLaren dio con la tecla en la configuración del monoplaza para mejorar y mucho sus prestaciones respecto al viernes, Sainz lo aprovechó para meterse en Q3 y finalizar séptimo, beneficiado también por los problemas de Vettel y de Leclerc.
La clasificación de Sainz tiene mucho más valor si tenemos en cuenta la posición de salida de su compañero Lando Norris, que solo pudo ser 16º quedándose fuera a las primeras de cambio. Ahora, el madrileño buscará poner el broche de oro a su fin de semana en una carrera en la que partirá con peor estrategia que sus rivales de fuera del Top-10, puesto que podrán evitar el neumático blando que sí llevará Carlos. En esta ocasión, a Sainz le tocará volver a bordarlo dando otra clase de reservar neumáticos y atacar cuando deba, como hizo en los anteriores Grandes Premios. Lo hizo remontando, pero ahora deberá defender los puntos. Y en eso el español es una apuesta segura.
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