Causas y riesgos de un episodio de taquicardia

Aunque puede que alguna vez hayas oído hablar sobre las taquicardias -pues suele usarse el nombre de este problema de salud demasiado habitualmente para describir de forma metafórica esos momentos en los que, por alguna razón, se nos acelera el corazón-, es posible que no sepas en qué consisten exactamente estos episodios y las consecuencias de las taquicardias.

Si quieres estar prevenido (y es algo altamente recomendable) te animamos a que leas este artículo también para que puedas aprender a reconocer en qué tipo de ocasiones puede ser grave que el ritmo de tu corazón se acelere.

¿Sabes cuáles pueden ser las posibles causas?

Aunque la aparición de taquicardias podría responder a alguna anomalía en este órgano pues al activarse, este estaría provocando pequeños cortocircuitos que podrían estar causando que el corazón lata rápidamente, normalmente esta sensación suele deberse a otras causas que no son esa clase de cortocircuito en los conductos vasculares de los que depende el corazón.

Tus palpitaciones podrían deberse tanto al consumo de algunos fármacos (como ciertos antibióticos, los anti-catarrales de uso común o incluso por el uso de los inhaladores habituales para el asma), como a una época o situación de nervios, estrés o ansiedad e incluso al consumo de alguna sustancia excitante como el café ¡o a la menopausia!

Y es que es en menores ocasiones en las que las taquicardias son consecuencia de enfermedades como la bronquitis crónica, el enfisema, la anemia o el hipertiroidismo, entre otras.

 La prevención será tu mejor aliada

 Si quieres evitar las consecuencias de las taquicardias, lo mejor siempre será que visites a un médico para que puedas exponerle tu caso concreto y que en consecuencia, este pueda aconsejarte qué es lo mejor para ti, pero mientras recibes esa consulta, lo mejor que puedes hacer es cambiar tus hábitos y cuidarte tanto físicamente como anímicamente.

Lo mejor que puedes hacer, es limitar el consumo de bebidas estimulantes como el café, el té o el cacao, así como el tabaco y el alcohol, que pueden acelerar el ritmo cardiaco y favorecer los latidos irregulares.

Por otro lado, también será de ayuda que, en la medida de lo posible, controles tu ansiedad procurando evitar situaciones de estrés o practicando actividades como el yoga o la meditación además de alguna actividad física que te haga sentir bien, pues por lo general el deporte siempre nos ayuda a modular el ritmo del corazón.

En todo caso, es interesante que tengas en cuenta que, si en alguna ocasión tu corazón empieza a latir muy rápido, lo que puedes hacer para que ese momento no te genere demasiada ansiedad es coger aire profundamente y aguantar la respiración haciendo fuerza con el abdomen, pues habitualmente este ejercicio suele ser capaz de finalizar las taquicardias leves.

Cuida tu cuerpo, tu alimentación y tu salud, tanto mental como física y verás que siguiendo estos consejos, tu cuerpo responde mejor.


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