Imanol se le caía la baba en los prolegómenos. Puro sentimiento, expresivo a más no poder, apenas le cabía el orgullo en el pecho al ver cómo Anoeta ovacionaba a las campeonas de Orio. A nadie se le ocurre qué más se le puede pedir a la jornada para que un oriotarra de los pies a la cabeza se sienta pleno. Gloria arraunlari teñida de amarillo chillón, mezclada con la pasión txuri urdin que se respira en cada ‘tosta’ de Anoeta. La tripulación ganadora de la La Concha y la Liga salió entre vítores del saque de honor. El salitre salía de los poros de Alguacil. Y Alguacil, que de remo controla un rato, sabe que es un deporte que en Galicia tira. Y cómo tira.
Las remeras de Orio, paisanas de Imanol, celebran su gran triunfo en La Concha
Un pontevedrés se unió a la fiesta de Orio, el mismo día en que la Federación Gallega celebró meter una trainera, Samertolameu, en la Liga del año que viene. El homenaje en Anoeta corrió a cargo de Brais Méndez, patrón de la Real, en el medio de la trainera. El fichaje gallego que pidió Imanol responde, al cabo del primer tramo de la temporada, a auténtica sensación del renovado proyecto. Valga su magisterio ante el Espanyol para demostrarlo.
Gol y repertorio
Todo lo que aportó el de Mos fue para que la Real saliera beneficiada. Y como su catálogo es tan completo, la jugada salió que ni pintada. El público quedó prendado con un control de Brais en carrera de antología; luego marcó un golazo, controlando con la derecha para definir de categoría; más tarde se fue dos a la vez; y nunca se escondió para presionar o zafarse con el rival.
Brais es el insospechado máximo goleador de la Real. Ya lleva cuatro. Tres en Liga y el de Old Trafford. Pizca heroica a la ración de caviar gallego, necesario para dominar, junto a Orio y compañía, la cornisa del Cantábrico