Un centro infantil de Galveston tuvo que cerrar sus puertas después de que las autoridades sanitarias considerarán que se encontraba en condiciones supuestamente no aptas para el ser humano.
Las autoridades sanitarias de Galveston declararon que, durante una investigación realizada en el centro infantil, encontraron ratas, comida en descomposición e incluso altos niveles de plomo que llevaron a al menos dos niños a buscar atención médica.
“Llegué a la conclusión de que esto no es seguro para los humanos,” dijo Dr. Philip keizer del departamento de salud del condado Galveston después de que el centro infantil se viera obligado a cerrar durante el fin de semana de Pascua tras recibir un informe de un niño que dio positivo en envenenamiento por plomo.
Las autoridades sanitarias indicaron que la situación era altamente preocupante, después de que se identificaran altos niveles de plomo en el exterior, en el suelo y en el interior de las instalaciones.
La investigación mostró que cuatro niños dieron positivo en las pruebas de intoxicación por plomo, y dos estaban muy intoxicados y requirieron atención médica.
“No tiene apetito, tiene dolores abdominales intermitentes, vomita, empieza a comer cosas raras, como hielo, limón, cosas así”, dijo Joseph Varon, profesor en el UHU College of Medicine.
Pero la situación puede agravarse en función del nivel de plomo en su organismo.
“Que no hablen bien, cuando los estés examinando tengan dolor abdominal intenso, que tengan convulsiones o incluso pueden morir,” dijo Varon.
El Dr. Keizera también informó de que el lugar, creado para atender a familias y niños sin hogar, también estaba infestado de pulgas y chinches.
Por su parte, Hilda Torres, presidenta de la junta del centro infantil de Galveston, declaró que estaban al tanto de las pruebas de plomo en el suelo, pero que acababan de descubrir el resto, y que harían todo lo posible para averiguar más sobre la situación.
El departamento de salud del condado Galveston dijo que este centro infantil proporcionó alojamiento temporal a 9 familias en un hotel con la ayuda de la organización St Vicent’s House.
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