Horas antes de la esperada final, el centro de Estambul, la emblemática plaza de Taksim dio cita para numerosos aficionados tanto del Manchester City como del Inter Milán, donde a cada segundo aumenta la temperatura y el entusiasmo ante el duelo que enfrentará a ambos equipos en la final de la Liga de Campeones.
Ondean banderas, tanto la celeste del equipo británico como la azul-negra del italiano y cánticos ante el gran balón instalado en la plaza y, sobre todo, ante la gigantesca réplica de la ‘Orejona’ que ocupa el centro de Taksim.
La plaza siempre es un lugar de cruce de vecinos y turistas, y los hinchas de ambos colores se funden con una multitud de transeúntes de numerosos países, igualmente interesados en quedarse con un recuerdo gráfico de la ‘Champions’.
Ante la inmensa copa, dos chicas de evidente origen caribeño se hacen una foto junto a un matrimonio turco de cierta edad, de aspecto conservador y velo devoto.
Hay varios furgones de la policía, pero los uniformados están ociosos: no parece haber ni enfrentamientos ni tensión entre los hinchas. Nada perturba el ambiente festivo.
Desde un autobús municipal con altavoces, una atronadora música caldea el ambiente y un animador va recordando que la ciudad ha puesto a disposición de los aficionados un enorme espacio de entretenimiento, conciertos y actividades futbolísticas en la orilla del mar de Mármara.
Pero muchos hinchas no se han enterado de esta oferta, aunque el programa está indicado en la propia plaza.
Además, quienes tienen billete irán esta noche al estadio olímpico de Atatürk, preparado para acoger a 75.000 espectadores.
“Vamos a ganar. Probablemente uno a cero”, aventura Marco, un aficionado del Inter oriundo de Venezuela que ha venido desde Nueva York para presenciar la final.
“Lo único malo es que el estadio está tan lejos. Creo que son casi dos horas en transporte público y, la verdad, es que todavía no sabemos cómo ir”, apunta en conversación con EFE.
El estadio tiene conexión de metro con la plaza de Taksim, pero hace falta cambiar tres veces de línea, y aunque en las estaciones correspondientes hay indicaciones, para alguien que no conoce la ciudad puede ser una pequeña odisea.
(Con información de EFE)
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