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Charles Thomas, 40 años después: “Salí a dar un paseo pero ya estoy de vuelta”

A
Charles Thomas


todo el mundo le daba por muerto hasta que hace solo unos días contactó por teléfono con su ex compañero en el

Barça
de baloncesto de los años 70 Norman Carmichael.

Nadie tenía noticias de él desde hacía unos cuarenta años y se le daba por desaparecido hasta esa llamada: “Salí a dar un paseo, pero ya estoy de vuelto”, ha comentado el ex jugador en una entrevista a El País, la primera desde su inesperada reaparición.

Thomas vive desde hace años en una residencia para personas discapacitas en Amarillo (Texas). Vive postrado en una silla de ruedas, pues le faltan las dos piernas, la imagen más impactante de su descenso a los infiernos desde sus días de gloria en el basket español, donde se le conocía como ‘La Pantera Negra’ por sus espectaculares saltos.

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El ex jugador niega los rumores sobre un pasado relacionado con las drogas. “Mi amigo me contó esas historias sobre que estaba muerto… A la gente le gusta mucho hablar. Nunca he estado metido en las drogas. Solamente fumo tabaco”, explica Thomas, que sí reconoce haber tenido problemas con la justicia tras finalizar abruptamente su carrera como jugador por culpa de una grave lesión de rodilla jugando contra el Real Madrid. “Me topé con la ley. Fue culpa de la policía. Son muy abusivos con los afroamericanos y las cosas se complicaron al salir de la cárcel”.

Antes de eso pasó aun un tiempo en España viviendo del dinero que le prestaban algunos amigos. “Me daba mucha vergüenza. Me dolía mi orgullo porque yo había sido una estrella. Era como si Michael Jordan o Kareem Abdul-Jabbar estuvieran pidiendo dinero”, explica.

Así era Charles Thomas, ex jugador del Barça de baloncesto

Así era Charles Thomas, exjugador del FC Barcelona de basket

La llamada de Thomas a Carmichael no solo ha permitido que los aficionados sepan que el ex jugador está vivo, también ha sido una revelación para su propio hijo Carlos, que al principio pensó que era una estafa y llamó personalmente al asilo para salir de dudas. “Casi le da un ataque al corazón”, apunta Charles Thomas. Su hijo Carlos y su nieta, que viven en Oakland (California), están a la espera de ser vacunados para ir a visitarle.


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