Charo López: “Con esta nariz y este perfil, no me dejaron hacer comedia”

Jesús García de Dueñas, en un homenaje en 2002 en el Festival Ibérico de Cine, en Badajoz.
Jesús García de Dueñas, en un homenaje en 2002 en el Festival Ibérico de Cine, en Badajoz.EFE Flores / EFE

El historiador cinematográfico y realizador de cine Jesús García de Dueñas falleció el domingo por la noche en la madrileña Clínica de San Rafael a los 80 años, tras una larga enfermedad. Gracias a su bonhomía, García de Dueñas era uno de los estudiosos del cine español más queridos. Entre sus libros destacan El imperio Bronston, ¡Nos vamos a Hollywood! o Cine español: una crónica visual desde 1896 hasta nuestros días. Además dirigió numerosos anuncios, escribió en publicaciones como Triunfo o Nuestro cine y realizó series como Manuel de Falla, siete cantos de España.

García de Dueñas nació en Cáceres en 1939. Estudió Económicas y Filosofía y Letras, y se tituló en la Escuela Oficial de Cinematografía. Allí conoció a Charo López, más tarde su esposa, y la convenció para que se dedicara a la interpretación. Miembro de plantilla de TVE, allí realizó series y documentales, tras haber dirigido diversos anuncios. Todo ello lo contó en Memorias del mirador. Una vida para el cine (2013), donde describía su pasión por el cine, que había marcado su existencia. En su presentación, aseguraba: “Básicamente, los cineastas son miradores, no mirones, al igual que los intérpretes son exhibicionistas en el buen sentido. Mirador de la existencia, de la realidad”. En ese libro hablaba de su trabajo como crítico en Triunfo, en la que publicó hasta 1970, de sus experiencias como director de películas fallidas -como El asesino no está solo (1975), el docudrama Philippe de Monte (1986) o Blancaflor, la hija del diablo (1988)-, de buenas series -como Manuel de Falla, siete cantos de España–, y de documentales (como el dedicado a Clara Campoamor ¿Un mundo feliz?, de 1983), y hacía una crónica de su generación de forma amable, aunque sin ahorrarse ningún detalle.

La otra pasión de García de Dueñas fue la investigación cinematográfica. Director del Instituto de Estudios de la Imagen de la Universidad de Alcalá de Henares a inicios de este siglo, García de Dueñas demostró su buena labor en títulos como Fernando Guillén, un actor de hoy (1999); las ya mencionadas El imperio Bronston (2000); ¡Nos vamos a Hollywood! (1993), Cine español: una crónica visual desde 1896 hasta nuestros días (2008) o Juan Luis Galiardo; exuberante voracidad (2017). En ¡Nos vamos a Hollywood! contaba las aventuras de los españoles que fueron hacia 1930 a la meca del cine (directores, actores y guionistas) para filmar las versiones hispanas de las auténticas producciones originales hollywoodienses. En el no menos apasionante El Imperio Bronston, fruto, junto a dos documentales, de la investigación que había realizado durante una década García de Dueñas, se acercaba a la figura del controvertido Samuel Bronston, el hombre detrás de las grandes producciones estadounidenses en España. El volumen ahondaba en las relaciones del productor de 55 días en Pekín, El Cid, La caída del Imperio Romano o Rey de reyes con la burocracia franquista, “lo habitual en un hombre que sabía cuidar ese aspecto: en EE UU contrató al hijo del presidente Roosevelt; aquí, por ejemplo, contó con Menéndez Pidal para supervisar El Cid”, reseñaba García de Dueñas.

Con este libro recibió su primer premio Muñoz Suay, que otorga la Academia del Cine, de la que era miembro. Ganó el segundo por el volumen que acompañaba a la exposición Cine español: una crónica visual desde 1896 hasta nuestros días, 265 imágenes de las secuencias del cine español más representativas que formaban parte de una muestra que giró por varias sedes del Instituto Cervantes.


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