El GP de México de F1 es din duda la gran fiesta de la Fórmula 1 de todo el año. Siempre, gracias a su magnífica afición. En México la F1 se vive con pasión y con mucha energía, y ello se puede contemplar año tras año en sus gradas, que este fin de semana incluso lucieron casi abarrotadas el viernes, con 90.000 espectadores en los libres, algo inaudito en otro trazado. Y en carrera, lleno absoluto, en parte, para apoyar a su piloto local, el gran ídolo ‘Checo’ Pérez.
El mexicano, en la Drivers Parade previa a la carrera de este domingo, paró en el Foro Sol, la zona en la que se ubican las gradas más animadas de todo el Mundial, con más de 30.000 personas rodando la pista. Un lugar mágico en el que el piloto de Racing Point no pudo contener las lágrimas ante los micrófonos de la F1, cuando su afición empezó a corear su nombre.
“Es increíble, de verdad, es algo que se va a quedar conmigo siempre”, dijo Checo, que arrancará la carrera lleno de motivación y energía, con un extra que no tengan el resto. Pérez saldrá 11º, pero lo hará con los neumáticos medios, pudiendo así tener una ventaja clara respecto a pilotos como Sainz, Norris, Kvyat y Gasly, a los que podría superar debido a que salen desde el Top-10 con un compuesto blando que se va a degradar muy rápido.
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