China y Estados Unidos elevan el pulso sobre los objetos voladores que dicen detectar sobrevolando su territorio sin permiso. Este lunes ha sido Pekín quien ha acusado a Washington de que, desde hace un año, globos estratosféricos de Estados Unidos han sobrevolado el espacio aéreo de China en más de 10 ocasiones sin autorización. El dardo acusatorio, lanzado por el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores del gigante asiático en una comparecencia rutinaria en la capital del país, llega después de diez días de intensa refriega aerostática entre la primera y la segunda economía del planeta.
Además de un primer globo chino, abatido por Estados Unidos el 4 de febrero, Washington ha derribado en los últimos días otros tres objetos voladores no identificados. Entre tanto, Taiwán, uno de los puntos más calientes del tablero geopolítico, también ha denunciado este lunes haber sufrido numerosas incursiones por parte de China en los últimos tiempos.
“Desde el año pasado, los globos de gran altitud estadounidenses han realizado más de 10 vuelos ilegales en el espacio aéreo chino sin la aprobación de los departamentos chinos pertinentes”, ha dicho Wang Wenbin, el portavoz chino, sin adentrarse en más detalles. Pero sí ha enfatizado que la respuesta del país a estos supuestos incidentes ha sido “responsable y profesional”, en clara referencia a lo que Pekín considera una sobrerreacción por parte de Washington, que ordenó en cambio derribar la aeronave china un día después de ser localizada.
El primero globo aerostático chino fue avistado el 3 de febrero sobrevolando tierras estadounidenses. Su sola presencia se llevó por delante, en primer lugar, una esperada visita a Pekín del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, cuyo objetivo era clamar unas aguas cada vez más revueltas entre ambos países. Un día después el artefacto fue abatido por Estados Unidos.
Tras el derribo, el Ministerio de Defensa chino expresó su enfado por la reacción “claramente exagerada” de Estados Unidos de “atacar” sus “aeronaves civiles no tripuladas” y añadió que las autoridades castrenses se reservan “el derecho a utilizar los medios necesarios para hacer frente a situaciones similares”. “Lo primero que debería hacer la parte estadounidense es mirarse a sí misma, cambiar su forma de actuar, no difamar e incitar a la confrontación”, ha añadido este lunes el portavoz de Exteriores de la superpotencia asiática.
Washington asegura que aquel primer globo chino, que sobrevolaba una zona sensible militar, tenía fines de vigilancia y espionaje, mientras que Pekín ha defendido que se trataba de una aeronave no tripulada dedicada a la investigación “principalmente meteorológica” que había perdido su rumbo por causa de fuerza mayor.
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Poco después, el Pentágono localizó un segundo globo surcando cielos latinoamericanos y Pekín, que tardó unos días en reconocerlo como propio, reiteró el argumento de que se trataba de una aeronave de naturaleza civil dedicada esta vez a realizar “pruebas de vuelo”, la cual también habría perdido su ruta. Este segundo globo siguió su camino sin ser derribado.
Desde entonces, el ajetreo de los cielos ha seguido cobrando intensidad y Washington ha localizado sobre su territorio y ordenado abatir otros tres objetos voladores no identificados en los últimos días. El Gobierno estadounidense asegura, además, que multitud de globos bajo las órdenes del ejército chino habrían sido avistados en los últimos años sobre países de los cinco continentes.
Taiwán también denuncia la presencia de globos chinos
Desde Taiwán, la isla autogobernada que Pekín reclama como parte inalienable de su territorio y a la que Washington presta ayuda militar, también se han sumado a las acusaciones. Decenas de globos militares chinos habrían entrado en su espacio aéreo en los últimos años, según han asegurado fuentes anónimas del Gobierno de Taipéi a Financial Times en un artículo publicado este lunes.
La nueva revelación amenaza con subir la ya caldeada temperatura en uno de los puntos más sensibles del planeta y donde se manifiesta de forma más intensa la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China: este era sin duda el principal punto a tratar entre ambas potencias en la pospuesta visita de Blinken. La relación en torno a la isla tocó mínimos el pasado verano, después de la visita a Taipéi de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi. China, airada, reaccionó con un despliegue de maniobras militares en la región.
Hasta la fecha, el Ministerio de Defensa de Taiwán solo había reconocido oficialmente una incursión de este tipo en febrero de 2022, aunque en ese momento descartaron que supusiera ningún peligro, según recogió entonces el diario Taipei Times. “Vienen muy a menudo, el último hace solo unas semanas,” ha asegurado un alto funcionario de Taiwán a Financial Times. De media, los globos habrían estado apareciendo una vez al mes, según otra fuente citada por el medio.
Tras el avistamiento y derribo del primer globo chino, Zheng Mingdian, director de la Oficina Central de Meteorología, aseguró que desde 2020 ha habido avistamientos de globos similares tanto en Japón como en Taiwán, según recogió la semana pasada la Agencia Central de Noticias del enclave. “¡Este globo lleva tiempo por aquí!”, había advertido Zheng en un comentario en Facebook.
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