Chocotorta (tarta de galletas de chocolate y queso crema)


La chocotorta es una de los postres insignia de Argentina. Hay quienes han llegado a calificarla como postre nacional, poniéndola así a la altura de otros como el postre Balcarce, los alfajores, los panqueques con dulce de leche, la pastafrola o el Rogel, entre otros. Su preparación sumamente sencilla y sin horneado, sumada a su sabor la han coronado como tal.

¿Qué es esa chocotorta tan famosa? Pues una tarta de galletas de chocolate de varias capas, que se intercalan con una mezcla de partes iguales de dulce de leche y queso untable (o queso crema). El quid de la chocotorta está en que se prepara con unas galletas en particular: las Chocolinas. Son rectangulares, con los bordes ondulados y en la parte superior se puede ver escrita en relieve la palabra Bagley, el nombre de la marca a la que pertenecen. Dada la gran popularidad de la chocotorta -y la nostalgia de los argentinos- se pueden encontrar las Chocolinas en tiendas de alimentación de productos latinos con bastante facilidad.

Cabría pensar que la chocotorta es un postre con una larga tradición y recorrido histórico, pero apenas tiene 39 años. En el año 1982 la publicista Marité Mabragaña trabajaba en una agencia y tenía a su cargo dos productos: las Chocolinas y el Mendicrim (un queso untable con una textura bastante suave y poco consistente). Un buen día decidió hacer una tarta para sus hijos que tuviese estos dos ingredientes, creando así la chocotorta; sin imaginar el éxito que tendría posteriormente. Al día siguiente, la llevó a la agencia de publicidad; al otro, al dueño de Mendicrim; y al siguiente, al dueño de Chocolinas. El éxito fue tal en todos los escenarios que Chocolinas adoptó la receta y la imprime en el envoltorio de las galletas hasta el día de hoy.

La receta original de Mabragaña indicaba embeber las galletas en Oporto y utilizar para la mezcla de relleno partes iguales de dulce de leche y Mendicrim. Como toda receta, se ha ido adaptando a las particularidades de cada hogar y es común ver que se intercambie el Oporto por leche, leche con cacao, café o café con un poquito de licor. En esta receta en concreto, hemos optado por el café pero puedes intercambiarlo por cualquiera de las otras opciones. Respecto al queso, cabe decir que en España no existe algo similar al Mendicrim, por lo que tenemos que utilizar uno más consistente estilo Philadelphia. El batido es algo más costoso pero no varía significativamente en cuanto a sabor, aunque también es válido rebajarlo con un poco de leche, nata o mascarpone.

Dificultad

La de batir el queso.

Ingredientes

Para un molde de 30 x 20 cm

  • 750 g de Chocolinas
  • 500 g de dulce de leche
  • 500 g de queso untable
  • 250 ml de café frío (sin azúcar)

Preparación

  1. En un bol batir el dulce de leche con el queso untable hasta que quede una mezcla homogénea.

  2. Formar una capa base de galletas, embebiendo una por una previamente en el café durante 3 o 4 segundos (no deben quedar excesivamente húmedas). Ponerlas de la manera más ordenada posible sin dejar separaciones entre ellas.

  3. Añadir una capa fina de la mezcla, del mismo grosor que las galletas aproximadamente, y extenderla con suavidad.

  4. Colocar otra capa de galletas embebidas encima y repetir la operación sucesivamente hasta acabar con la mezcla.

  5. Terminar como se prefiera: puede ser con una última capa de galletas o de mezcla. También se puede decorar con manga pastelera, con ganache o virutas de chocolate, nueces o cacahuetes picados.

  6. Enfriar en la nevera durante 12 horas. Lo ideal es hacerla de un día para otro.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com


Source link