Las vacaciones se están acabando para los miembros de la corona danesa. El príncipe heredero, Federico de Dinamarca, regresó este martes al Palacio de Amalienborg. Pero antes de llegar a Copenhague decidió hacer una parada en Francia para visitar a la familia de su hermano, el príncipe Joaquín, quien tuvo que ser sometido a una operación cerebral de urgencia en julio. Así lo ha confirmado la propia casa real en su perfil de Instagram, donde asegura que el hijo menor de la reina Margarita “se está recuperando bien, pero aún necesita paz a su alrededor”.
El pasado mes de julio Joaquín de Dinamarca fue intervenido de urgencia a causa de un coágulo en el cerebro. Un accidente vascular que “se debió a una rotura repentina de una arteria” del que no le quedarán secuelas porque “el equipo médico del hospital estima que el riesgo de recurrencia es muy pequeño una vez que la arteria se ha curado”, según avanzó la corona danesa en un comunicado hace un par de semanas. Tanto él como su esposa, la princesa Marie, agradecieron “el apoyo y las numerosas muestras de afecto” que recibieron durante aquellos días mientras el hijo pequeño de la monarca permaneció ingresado en el Hospital Universitario de Toulouse.
Cerca del centro médico, el matrimonio y sus hijos —Atena y Enrique, además de Nicolás y Félix, fruto de su enlace con su primera esposa, Alejandra Manley— pasaban sus vacaciones de verano en el Château de Cayx, un castillo en Cahors, al sur de Francia, que pertenece a realeza danesa. Allí celebraron la mayoría de edad del segundo hijo del príncipe. Mientras, la familia de Federico de Dinamarca se hospedó en un primer momento en su habitual destino de vacaciones, el palacio de Gråsten, para más tarde viajar a la ciudad costera de Skagen, en la región de Jutlandia, donde se les vio bañarse, montar en bicicleta y pasear a su border collie, Grace.
Sin embargo, por la imagen y el comunicado que ha publicado la casa real danesa de la visita del príncipe heredero a su hermano, no han estado presentes ni María de Dinamarca ni sus hijos: Cristián, de 14 años, Isabel, de tres, y Vicente y Josefina, de nueve. La relación entre ambas familias ha sido bastante distante durante los últimos años, una situación que se baraja entre las causas que han llevado al más pequeño de los hermanos a abandonar su propio país. Hace un año decidió instalarse temporalmente en París para trabajar como agregado de Defensa, donde permaneció hasta que tuvo que regresar rápidamente a Copenhague por problemas de salud de su hijo Henrik. El pasado mes de junio, antes de su problema de salud, anunció que su intención era permanecer en la capital francesa al menos hasta el año 2023.
La prensa danesa siempre ha hablado de las diferencias entre los hermanos marcadas por los celos. “Ellos intentan no coincidir nunca en reuniones familiares, a no ser que no les quede otro remedio. Las fiestas navideñas las suelen pasar separados y [la reina] Margarita alterna un año con cada uno de sus dos hijos”, contó una fuente al portal Her & Nu. Una situación que recuerda a la que vivió el fallecido príncipe Enrique, marido de la reina Margarita, que se pasó media vida reclamando un puesto más importante dentro de las tareas de representación de la casa real danesa hasta que en 2016 renunció a su título y pasó largas temporadas en Francia.
Tampoco la relación de Joaquín de Dinamarca con la prensa ha sido de gran ayuda, pues ha relatado desde sus amoríos de juventud hasta los detalles de su divorcio, que incluyen que conoció a Marie cuando aún estaba casado. El divorcio de Alejandra Manley también dio mucho que hablar por los millones que recibió la condesa y las condiciones que impuso para ella y sus hijos. El príncipe ha sido protagonista de noticias publicadas en múltiples tabloides que le han puesto en más de un aprieto, como la portada de la revista Svensk Dam en 2008 que aseguraba que Joaquín de Dinamarca estaba enamorado de su cuñada y que incluía una fotografía en la que aparece a punto de besar a Mary Donaldson.
Una complicada situación familiar y mediática que ha obligado al príncipe a tomar una decisión similar a la de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, que actualmente viven con su hijo, Archie, en Estados Unidos. No obstante, el caso de Joaquín de Dinamarca se ha producido de manera más discreta con un aparente destino laboral que pocos dudan han creado a su medida.
Por su parte, la reina Margarita guarda silencio ante el movimiento del menor de sus hijos, pero no ha dudado en mandar un mensaje de apoyo a Joaquín tras su reciente intervención quirúrgica. Un paso mayor es el que ha dado Federico de Dinamarca al personarse en la propia residencia de verano del príncipe, por lo que la preocupación por su estado de salud ha logrado que los hermanos dejen atrás, aunque sea temporalmente, sus rencillas.
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