Christian Horner, jefe de equipo en la escudería de Fórmula 1 Red Bull, donde corren el campeón del mundo Max Verstappen y el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez, fue absuelto este miércoles y continuará con el equipo tras las acusaciones presentadas en su contra por una colega por “comportamiento inadecuado”.
Anunciado en un comunicado publicado por la maRca de bebidas energéticas, Horner, de 50 años, se mantendrá al frente de la escudería, luego del proceso interno, llevado a cabo por un abogado especialista, que desestimó las acusaciones en su contra, tras encontrar sus explicaciones y hallazgos, reportados en un dosier de más de 100 páginas, como creíbles para su causa.
A pesar de ser objeto de este proceso interno, Horner viajó a Bahréin desde esta mañana para unirse al equipo que verá su debut de temporada este jueves con las primeras prácticas del Gran Premio inaugural del calendario 2024.
“La investigación independiente sobre las acusaciones presentadas contra el señor Horner se ha completado y Red Bull puede confirmar que la queja ha sido desestimada”, compartió Red Bull en el comunicado.
Asimismo detallaron que la acusante tiene derecho a apalear la decisión tomada tras la investigación, que la marca austriaca considera fue “justa, rigurosa e imparcial”, detallando además que el informe es confidencial puesto que contiene información privada de las partes involucradas y de terceros que colaboraron con la investigación.
Red Bull seguirá esforzándose por cumplir las normas más estrictas en el lugar de trabajo.
Horner fue investigado luego de que el diario The Times informó que el ex piloto, de 50 años, fue acusado de comportamiento inapropiado por una compañera, que se quejó a la empresa matriz del equipo.
Tras las acusaciones, Horner, que está casado con la ex cantante de las Spice Girls Geri Halliwell, declaró al diario holandés De Telegraaf que negaba completamente las acusaciones, lo cuál ha sido confirmado por la escudería tras su investigación.
La historia de la supuesta conducta impropia contra su colega estalló gracias a la publicación de De Telegraaf, que contó que Horner le habría enviado “mensajes sexuales” a la denunciante y que, de acuerdo con el reportero a cargo de la historia Erik Van Haren, quien expresó que conocía la identidad de la denunciante, este recibió una oferta de 760 mil euros por parte del entorno de Horner, en un intento por silenciar el caso y con la intención de evitar que se divulgara información al respecto.
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